El Gobierno tunecino inició ayer lo que parece ser una campaña oficial contra el uso del velo islámico por parte de las jóvenes tunecinas, al aludir a su carácter «sectario y de inspiración extranjera». Con motivo del mes del Ramadán se ha podido percibir en Túnez un incremento considerable de las vestimentas femeninas islámicas, el velo en particular, que el Gobierno rechaza como ajeno a las tradiciones tunecinas.


El ministro de Exteriores, Abdelwaheb Abdallah, afirmó ayer ante un grupo de militantes: «El velo islámico es una proclama política que defiende un grupúsculo, el cual se disimula detrás de la religión para llevar a cabo acciones políticas». Alertó también sobre el peligro de «vestimentas sectarias».