ORGE SUÁREZ Y NEISSER TRUJILLO ASOCIACIÓN NUEVO CIUDADANO

«Sin derecho de voto pleno es imposible integrarse»

El colectivo recién constituido considera «injusto» que haya «ciudadanos de primera y segunda»

Diario Vasco, 15-10-2006

Jorge Suárez y Neisser Trujillo son, respectivamente, presidente y vicepresidente de la asociación Nuevo Ciudadano, recién constituida en Bilbao. La agrupación incluye entre sus objetivos el derecho al voto para «los inmigrantes con residencia legal de cualquier origen». Ambos saben de qué hablan. Suárez, de origen argentino, y Trujillo, de Colombia, tienen la doble nacionalidad.

Que el resto de los inmigrantes puedan elegir a los ayuntamientos de las localidades en las que residen les parece algo «imprescindible» y un signo representativo de «cualquier democracia plena». De hecho, ultiman los detalles de una campaña para tras- ladar esta demanda a todos los partidos vascos. Su anhelo es que, en 2011, el colectivo, independientemente de su procedencia, pueda votar en las municipales.

«Votar te da derecho a cambiar las cosas. Te permite que te escuchen», explica Suárez. «Los ayuntamientos continúa Trujillo son la administración más cercana, la que va a resolverte cuestiones principales como los servicios sociales que te van a atender, las guarderías, la vivienda…». En el fondo de su reclamación se encuentra la necesidad de integrar a los inmigrantes en la sociedad vasca.

«Sin el derecho de voto pleno es imposible integrarse. Es como favorecer la existencia de ciudadanos de primera y de segunda. Si trabajo aquí, consumo aquí, pago la Seguridad Social de aquí, ¿por qué no puedo decidir quién gobierna mi ciudad?», subraya.

En su opinión, el Gobierno español debería prescindir de los acuerdos de reciprocidad, «que generan subclases» entre los inmigrantes, y perjudican a aquellos que proceden de países donde no hay una democracia. «Sería como un doble castigo explican. En tu país de origen no te dejan votar porque existe una dictadura y aquí resulta que tampoco te lo permiten, aunque te expliquen que esto es una democracia. Es absurdo, ¿no?».

Revueltas de París

La asociación insta, además, a mirar «el ejemplo de Francia», donde, a pesar de la gran inmigración que ha recibido desde hace años, no se permite el voto de los extranjeros no comunitarios. Las revueltas sociales que vivió París, con incidentes y quema de vehículos diaria durante semanas, obedece, a su juicio, a esa falta de integración. «No permitir el voto manda un mensaje a los hijos de los inmigrantes. ‘¿Dónde estoy viviendo’, se preguntan al ver que ellos, por haber nacido allí, pueden ejercer el derecho mientras que sus padres no. El Estado envía el mensaje de que si los inmigrantes no votan será por algo, será porque son peores».

A los partidos, les piden dejar atrás «temores infundados» y aseguran que el voto inmigrante «no es de derechas ni de izquierdas». Así, recalcan cómo para los países del Este hay cierto temor al socialismo o cómo en Colombia la mayoría del voto va para opciones de derechas.

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