La inmigración es el problema que más preocupa a los catalanes, según el
barómetro de opinión de otoño. A la pregunta de «¿cuál cree que es el
principal problema que tiene Cataluña?», el 38 por ciento respondió «la
inmigración», por delante de un 22 por ciento que señaló el acceso a una
vivienda digna como gran dolor de cabeza. La inmigración preocupa a los
ciudadanos y a los políticos les debe preocupar que la mayoría de éstos
diga que no hay ningún partido capaz de dar respuesta a este problema. Del
sondeo se desprende cierto malestar con la clase política. El 68,6 por
ciento de los encuestados cree que «los políticos sólo buscan su propio
beneficio», un 76 por ciento opina que «los políticos no tienen en cuenta
lo que piensa la gente» y otro 73 por ciento que «la política parece tan
complicada que a veces es difícil entender lo que está pasando». Estas
tres percepciones quizás explican porqué a más de la mitad no les interesa
nada o casi nada la política y cuálñ es el motivo para que casi seis de
cada diez no comenten ni discutan el tema con otras personas, aunque un 59
por ciento se considera bastante o muy informado de la actividad
parlamentaria. Preocupa que un 43 por ciento no esté satisfecho con la
democracia, aunque son más los ciudadanos que hacen una valoración
positiva de los políticos que los que la hacen negativa.
   Respecto a cuál consideran que es su nación, el 41 por ciento se siente
tan español como catalán, un 28 por ciento más catalán que español y un
14% sólo catalán. En el otro extremo un 5,2 dice ser más español que
catalán y un 6,7 sólo español. Más de la mitad cree que no hay suficiente
autonomía.