TEXTO: DAVID MARTÍNEZ

ALICANTE. Las fiestas de Moros y Cristianos que se celebran, sobre todo, en las provincias de Valencia y Alicante, pedirán amparo a la UNESCO tras las recientes críticas recibidas por parte de varios representantes de la comunidad islámica en España. Al menos, ésa es la intención del PP, que ayer presentó en el Congreso una proposición no de Ley para instar al Gobierno a que formalice su candidatura para ser proclamadas «obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad». Así lo anunció ayer en Alicante el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, en una comparecencia programada con la excusa de analizar la incidencia de los Presupuestos Generales en Alicante – pese a ser diputado por Valencia – , y que derivó en un exhaustivo análisis a un variopinto espectro de temáticas, merced al verbo fácil del portavoz.

En medio de una gran expectación, y arropado por los principales representantes de la corriente del PP valenciano que le es afín, Zaplana contrapuso su iniciativa a la «Alianza de Civilizaciones» de Zapatero. Dicha Alianza «no puede servir» para «renunciar a nuestras tradiciones ni para imponer la autocensura». A este argumento, el portavoz popular sumó la vistosidad, la tradición y el atractivo turístico de los festejos, que «no desmerecen» a otras manifestaciones que ya cuentan con el reconocimiento de la UNESCO.

Así, citó las representaciones del drama sacro del «Misteri» de Elche – proclamado en 2001 – , también en la provincia de Alicante, o las fiestas de La Patum de Berga, en Barcelona, que obtuvieron el reconocimiento en 2005.

Sin embargo, el portavoz popular la Cámara Baja no ocultó que uno de los principales motivos para presentar su iniciativa – aunque sea «en positivo» – , es el de evitar el riesgo de que los festejos caigan en la «autocensura» a la que cree que conduce la política del Ejecutivo, tras dos años de críticas por parte de cierto sector de la comunidad islámica en España.

En este sentido, mientras los festeros alcoyanos cruzaban el Atlántico para darse a conocer en los Estados Unidos, en el marco del desfile de la Hispanidad que se celebró recientemente en la Quinta Avenida de Nueva York, el imán de la mezquita La Unión de Málaga pidió la supresión de las Fiestas por considerar que «no tienen cabida» en una sociedad democrática.

Paternidad alicantina

Zaplana, en cambio, reiteró una y otra vez el «orgullo» que le merecen las fiestas – del que es buena prueba su habitual participación en las archifamosas de Alcoy – , y atribuyó la paternidad de la iniciativa al presidente provincial del PP, José Joaquín Ripoll (uno de sus hombres de confianza), recién aterrizado de Nueva York, donde los Cristianos alcoyanos – sin Moros, eso sí – tomaron parte en el desfile. La supuesta «autocensura», en este caso, fue justificada por razones logísticas desde el Consistorio de la localidad.

Así, el portavoz popular explicó que su grupo «ha hecho suya» la propuesta de Ripoll, quien consideró que el viaje a Nueva York ha dotado a los festejos de una dimensión internacional.

La petición del reconocimiento de la UNESCO para las fiestas fue el tema estrella del día, al margen de las críticas a las cuentas presentadas por el Ejecutivo, pero no el único. El portavoz del PP tuvo tiempo también para criticar al Gobierno y el PSOE (Batasuna, Bono…), además de analizar la situación interna de su partido en Valencia y reivindicar su postura frente a la controvertida ley urbanística autonómica, aprobada por los socialistas.