Crecer con Desajustes

EL crecimiento económico, como el que España registra en los últimos años, es fuente de bienestar, pero también produce una serie de desequilibrios que es cada vez más importante tener en cuenta. Siempre se habla de logros o de la consecución de objetivos económicos, pero nunca de los riesgos que ello entraña. Riesgos que son mucho más fácilmente asumibles si sabemos que son el impuesto que debemos pagar por ese bienestar creciente.




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Día: Sábado, 14 de octubre
Edición: GENERAL
Número de Página: 10
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Una sociedad puede optar por tener un medio ambiente limpio, pero ha de saber que ello le impedirá mantener un cierto desarrollo, simplemente porque habrá de limitar el número de empresas contaminantes e incluso de centrales energéticas. También puede decidir poner grandes trabas a la entrada de emigrantes, pero tiene que asumir que ello le impedirá disponer de mano de obra. La Universidad de Alcalá de Henares ha elaborado un informe, patrocinado por el Gobierno, sobre 88 indicadores básicos de nuestra calidad de vida y la de nuestro medio ambiente. La conclusión es que 13 de esos aspectos presentan una «situación crítica» y sólo 17 se encuentran en una situación favorable. El resto están en situación claramente desfavorable.

Según ese estudio, se encuentra en situación crítica el suelo de nuestro litoral, cuya construcción masiva ha permitido un espectacular crecimiento del sector inmobiliario. También el empleo irregular y los extranjeros sin papeles, pese a la regularización extraordinaria del año pasado, consecuencia de la demanda de una fuerte mano de obra barata. Es preocupante igualmente nuestro alto nivel de dependencia energética porque el crecimiento económico necesita energía sin preocuparse de su origen. Naturalmente, nos encontramos también en una mala situación en los niveles de contaminación porque la emisión de gases de efecto invernadero ha crecido un 48% entre 1994 y 2004.

A la mayoría, les compensará estos efectos negativos; muchos preferirían tal vez un desarrollo más sostenido, aunque ello suponga un menor crecimiento. En cualquier caso, es bueno saber que no hay crecimiento que tenga un efecto neutro sobre el medio ambiente y la calidad de vida. Recordarlo nos hará más sabios, conscientes y tolerantes.