ENCUESTA SIGMA DOS / El 49,8% estaría de acuerdo en que se prohibieran en toda Europa las regularizaciones masivas y el 39,6% se opondría a ello/ El 78% apoyaría la creación de una policía europea de fronteras
El 57% considera ya 'negativa' la regularización de Caldera
El Mundo, 14-10-2006Ni los españoles fuimos la admiración de Europa ni tampoco el Gobierno ha sido la admiración de los españoles. Después de la regularización masiva llevada a cabo por el ministro de Trabajo en mayo de 2005, el juicio de los ciudadanos coincide con el que en su día formuló la propia Unión Europea: ha sido negativo.
En el sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO, el 57,4% de los consultados considera que no fue un acierto, sino un error, la adopción de una medida que, año y medio más tarde, no ha detenido el flujo de inmigrantes ni ha fijado en el mercado laboral a muchos de los que obtuvieron entonces su regularización. Estas posiciones críticas con el Gobierno se han incrementado cuatro puntos de mayo a octubre.
El porcentaje contenido en el cómputo global tiene, sin embargo, dos excepciones: la de los votantes del PSOE, que piensan mayoritariamente (52,3%) que aquella fue una medida positiva, y la de los seguidores de IU, que en un 56% opinan lo mismo. Por lo que se refiere a los votantes del PP, son extremadamente críticos (83,8%) con aquella regularización decidida por el ministro Caldera. Y, poniendo en relación estas respuestas con las recogidas en el sondeo de mayo pasado, resulta que las posiciones críticas con el Gobierno se han incrementado cuatro puntos en el cómputo global.
La explicación de ese veredicto crecientemente negativo de la opinión pública viene parcialmente expuesta en la respuesta siguiente: una aplastante mayoría, el 74% en el porcentaje total, cree que la entrega de papeles a más de 600.000 inmigrantes en mayo de 2005 ha provocado un efecto llamada que, meses más tarde, ha vuelto a provocar un problema de idénticas dimensiones al que se quiso entonces solucionar. Y esa opinión negativa va a más porque, comparados estos datos con los recogidos por Sigma Dos para EL MUNDO en el pasado mes de mayo, resulta que la respuesta a la misma pregunta también se ha incrementado en casi cuatro puntos, 3,8 de hecho, de entonces a hoy.
Y en esto, salvo los votantes de Izquierda Unida, todos están de acuerdo, incluidos los seguidores del Partido Socialista que, en un 62,5%, comparten esa opinión. Pero sucede que también en los segmentos que recogen la opinión por recuerdo de voto en las últimas elecciones generales, se ha incrementado el número de personas, sean votantes del PSOE, sean de IU o sean del PP que creen que la decisión tomada por el Gobierno ha provocado mayores flujos de inmigración hacia España.
Otra cosa sucede cuando se plantea a los ciudadanos qué medidas se pueden tomar para atajar este problema creciente que afecta a todo el mundo desarrollado. Porque, metiéndose ya en harina, hay una evidente resistencia a aceptar medidas de choque como la que plantea la pregunta de Sigma Dos: ¿Qué le parece la idea de prohibir las regularizaciones masivas en toda Europa? Esta es una de las propuestas que ha formulado el Partido Popular español ante los responsables de la UE. Las respuestas oscilan entre el muy bien y el muy mal con todas sus gradaciones. Suma la mayoría, pero francamente escasa (33,7%), el grupo al que le parecería bien la medida. Le sigue el grupo al que le parece regular (25%). Pero, en definitiva, sumadas las calificaciones de bien y muy bien resulta un 49,8%. Por el contrario, sumados los porcentajes de regular y mal, resulta un 39,6%. Eso son algo más de 10 puntos de diferencia. Es decir, que a la gente le parece mayoritariamente bien que se prohíban nuevas regularizaciones masivas, no solamente en España sino en toda la Unión.
Mucho más evidente, por menos matizada, es la respuesta a la idea de la creación de una policía europea de fronteras. Aquí, además de ser clara mayoría (56,3%) el respaldo a la medida, se convierte en aplastante cuando a la calificación de bien se le suma la de muy bien. De ello resulta que el 78% de los ciudadanos consultados apoyaría sin la menor reserva la creación de esa policía común europea de fronteras sobre la que llevamos años oyendo hablar y que no se pone en marcha nunca. En esto tampoco hay discrepancias ideológicas, buena prueba de que el asunto ha alcanzado tales dimensiones que deja ya muy poco sitio para la teoría y mucho campo, sin embargo, para la práctica del sentido común.
Y otra cosa que les parecería bien a los españoles, aunque el Gobierno no se ha atrevido a hacerlo por el momento, es eso de que la Armada interceptara en alta mar a los inmigrantes y les devolviera a su lugar de origen. Al 44,5% le parece bien y al 23,9% le parece muy bien. Es decir, que la idea tiene el apoyo del 68,4% de la población. De nuevo aquí se registra una subida muy notable de quienes apoyan esta idea. En mayo pasado, los que la calificaban bien o muy bien sumaban un 56,8% del total de consultados, lo cual significa que en cuatro meses se ha producido un incremento de casi 12 puntos. En cualquier caso, los datos vuelven a evidenciar que casi cualquier propuesta para atajar el problema es bienvenida por la opinión pública, que se pronuncia sobre este asunto de manera muy parecida, independientemente del partido al que cada uno de los consultados vote.
Pasando ya de las musas al teatro, dejando atrás las ideas y entrando en los hechos, los ciudadanos mantienen una muy amplia diversidad de opiniones sobre algo que está sucediendo ya: que el Gobierno traslada a la Península a los inmigrantes que llegan a Canarias por la sencilla razón de que no caben literalmente en las islas. Sobre este punto el porcentaje más alto de los registrados corresponde a aquellos a los que la medida les parece mal (29,3%) aunque estos se han reducido en dos puntos y medio; seguidos por los que opinan que está bien (28,4%) que han aumentado casi ocho puntos; y por quienes creen que la cosa está regular (21,4%), apenas un punto más respecto de mayo. No está claro, por lo tanto, que opina la opinión pública. Lo que parece algo más claro es que la decisión del Gobierno les parece mejor a los votantes del PSOE (39,4%) y a los de IU (35,6%) que a los seguidores del PP, que mayoritariamente la califican con un mal (34,9%). Pero no son porcentajes que den idea de que la ciudadanía ha fijado claramente su posición sobre este punto. Y tiene su lógica porque, si bien los electores son conscientes de que la comunidad canaria está desbordada por la avalancha de subsaharianos y comprenden que deben ser trasladados, no ignoran tampoco que el problema se traslada de lugar y pasa a instalarse en sus respectivas comunidades.
Sube también claramente el porcentaje de quienes apoyan que se establezca una política de cupos en función de las demandas de empleo. Si en mayo era el 83% el que apoyaba la medida, en octubre es el 87,2%. Y, aunque son los votantes del PP quienes con mayor firmeza (92,7%) apoyan esta fórmula, en todos los tramos en los que se agrupan la respuestas aparece un altísimo índice de acuerdo con una política que no es fácil de aplicar y que, de momento, no se ha logrado imponer en nuestro país ni tampoco en el resto de la UE.
Finalmente, los españoles creen cada vez con mayor intensidad que el número de inmigrantes en nuestro país ha pasado a ser excesivo. En mayo lo creía el 69,1% y en octubre lo cree ya el 71,8%. En esto vuelven a estar de acuerdo todos los consultados y, a pesar de que en el apartado de IU aparece la proporción más baja de quienes creen excesivo el numero de inmigrantes en nuestro país, siguen siendo mayoría los que así opinan.
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