Seis embarcaciones dejan en Canarias 237 inmigrantes, entre ellos cuatro bebés
ABC, 13-10-2006ERENA CALVO
LAS PALMAS. Después de unas semanas de relativa calma, estos últimos días ha vuelto a reanudarse el goteo de embarcaciones clandestinas que alcanzan las costas canarias cargadas de inmigrantes. Ayer llegaban a Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y El Hierro 237 personas a bordo de tres pateras y tres cayucos. La mayoría de los «sin papeles» se encontraba en buen estado de salud y sólo dos tuvieron que ser hospitalizados al presentar fracturas en los huesos y problemas de orientación. Entre los ocupantes de las cinco piraguas viajaban siete mujeres y al menos quince niños, cuatro de ellos bebés.
Los más pequeños llegaron a la isla de Fuerteventura a bordo de dos pateras y acompañados por sus madres. Los ocupantes de esta patera son de origen magrebí y previsiblemente habrían partido desde las costas del Sahara. Su presencia fue advertida gracias a una llamada telefónica que realizaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad regional 112 desde la misma piragua.
Ahora, los bebés y sus madres serán internados en el centro de Cruz Roja de la isla, donde podrán ser atendidos en mejores condiciones que en El Matorral, las instalaciones de retención de inmigrantes de Fuerteventura. En caso de que se confirme que los padres de los pequeños viajaban también con ellos, se procederá, como es habitual, al reagrupamiento familiar.
Con la llegada de los quince chicos de ayer continúa elevándose la cifra de menores retenidos en las Islas; unos 800 actualmente. Sin embargo, el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo central para derivar a los menores no acompañados a la Península ha conseguido aliviar la complicada situación que se vive en los centros habilitados para su acogida. Desde que comenzaron los traslados, la pasada semana, han sido derivados ya unos cincuenta. Este grupo estaba internado en uno de los cinco centros que tuvo que abrir el Ejecutivo canario por razones de «urgencia» para atender a los pequeños, y que ya ha podido ser clausurado.
Menos de diez días
Por otra parte, el Ministerio del Interior se ha dado un plazo de menos de diez días para repatriar a su país de origen a los inmigrantes asiáticos que llegaron a Tenerife el pasado 19 de septiembre a bordo del buque chatarra «Al Mari», y que están a punto de exceder el período de retención fijado en la Ley de Extranjería (cuarenta días). De los 160 tripulantes del barco – al que se prestó ayuda humanitaria porque no contaba con buenas condiciones para continuar la navegación – , ya fueron traslados unos veinte después de que funcionarios pakistaníes identificasen a sus ciudadanos.
El resto del grupo continúa en Tenerife a la espera de que se cierre el traslado con sus respectivos países de origen . Operación que se ejecutará en menos de diez días, señaló ayer el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura. «Es complicado, porque con estas naciones no tenemos convenios de repatriación (tampoco la Unión Europea), pero vamos por buen camino y estamos a punto de conseguir acuerdos», dijo.
En caso contrario, podría ejercerse con los inmigrantes asiáticos el mismo mecanismo que se ha seguido este año con más de trece mil africanos: la derivación a la Península. En estos momentos, permanecen internados en el acuartelamiento de Las Raíces, donde fueron trasladados esta misma semana. Hasta entonces, convivieron con casi dos centenares de subsaharianos en una nave de la Autoridad Portuaria de Tenerife, que no reunía «las mínimas condiciones de salubridad», según han denunciado sindicatos policiales. La nave fue declarada centro de internamiento, ya que cuando desembarcó el «Al Mari» en la isla el resto de instalaciones se encontraban al límite de su capacidad.
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