Una mujer y cuatro policías resultaron ayer heridos en Pamplona, al enfrentarse un grupo de unos 150 jóvenes radicales contra dos centenares de personas que habían acudido a esa capital convocadas por Falange Española, para manifestarse «por la españolidad de Navarra». Además, fueron incendiados un cajero y dos contenedores de basura, entre otros desperfectos.

Los asistentes a la convocatoria falangista – que llevaban banderas españolas y pancartas a favor de la pena de muerte – gritaron a favor de la unidad de España, de la «españolidad» de Navarra y contra Batasuna, ETA, Euskal Herria, los «separatistas» y los presos vascos. Incluso pidieron la muerte de José Luis Rodríguez Zapatero, Arnaldo Otegi y el preso etarra José Ignacio de Juana Chaos, según informa la agencia Europa Press.

Grupos de jóvenes radicales se enfrentaron a ellos con insultos, a los que respondieron esos manifestantes, y les lanzaron piedras. Cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía fueron alcanzados por piedras y una mujer fue arrollada por jóvenes que huían de los policías.

Pocas horas después, unas 1.000 personas – 4.000, según los «ciudadanos de izquierda y abertzales que hicieron la convocatoria – se manifestaron por las calles de la capital navarra en contra del fascismo y en favor del derecho a la autodeterminación. La Delegación del Gobierno en Navarra remitirá a la Audiencia Nacional un informe sobre este acto, al que asistieron varios dirigentes de la ilegalizada Batasuna.

Protestas de ultraderecha

También se celebraron ayer manifestaciones en Barcelona y en Valencia, convocadas por grupos de ultraderecha con motivo del Día de la Fiesta Nacional de España.

En la capital catalana, unas 500 personas acudieron a la convocatoria de la coalición de fuerzas de ultraderecha llamada Plataforma Adelante Cataluña – que elevó a un millar el número de asistentes – en defensa de la bandera de España.

Gritaron contra el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, contra Rodríguez Zapatero, contra la inmigración y contra el PP, según informa Nando García.

Los asistentes al acto, en su mayoría jóvenes, llevaban banderas de España, muchas con el escudo preconstitucional. Manuel Candela, presidente de Democracia Nacional – uno de los grupos que integran esa plataforma – , les habló del resurgir de la ultraderecha en Europa y acusó al PP de haber introducido en España a «un millón de [inmigrantes] ilegales», lo que provocó gritos racistas.

La Fiesta Nacional española también fue aprovechada en Valencia por el partido ultraderechista España 2000, que convocó una manifestación en defensa de la «unidad nacional» y contra la inmigración y los independentistas.

Unas 700 personas, muchas de ellas luciendo insignias fascistas y neonazis, llevaban pancartas contra ETA y a favor de la cadena perpetua. Gritaron contra los inmigrantes y contra los independentistas vascos y catalanes, además de quemar una ikurriña.