El Gobierno negocia con todos los grupos cambios en la Ley de Extranjería

De la Vega le encarga a una subcomisión parlamentaria el gran pacto sobre inmigración y entrega a los partidos unas «bases» para el diálogo El PP advierte de que es el momento «de tomar medidas inmediatas»

Diario Sur, 12-10-2006

El gran pacto nacional sobre inmigración no corre prisa alguna. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acordó ayer delegar en una subcomisión parlamentaria del Congreso la búsqueda de un acuerdo en esta materia. El Ejecutivo quiere negociar con todos los partidos los posibles cambios en la Ley de Extranjería. El grupo de trabajo no tiene aún calendario ni tampoco tendrá un plazo fijo para la toma de decisiones. El portavoz del Partido Popular en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, aceptó participar en el debate pero dejó claro que sólo se avendrá a un pacto si el Ejecutivo asume las propuestas planteadas por su formación, entre ellas, la prohibición por ley las regulaciones masivas.

María Teresa Fernández de la Vega acudió a la cita con los portavoces parlamentarios sin un documento claro sobre los planes del Ejecutivo. Por escrito llevó, eso sí, unas «bases» para el diálogo desmenuzadas en 25 puntos, pero la mayor parte de los grupos coincidieron en definirlas como «demasiado genéricas». «Creemos – se explicó la número dos del Gobierno – que el acuerdo lo tenemos que construir entre todos; no habría tenido sentido venir aquí con un texto cerrado y exigir adhesiones».

Críticas

Este método de trabajo, que a su juicio debería facilitar el consenso, contó sin embargo con duras críticas. Y no sólo del principal partido de la oposición. El portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, también acusó al Gobierno de pretender «ganar tiempo» para frenar el desgaste que le está suponiendo la política migratoria. A su modo de ver, la subcomisión parlamentaria «servirá para poco» y ralentizará la aplicación de unas medidas que ya urgen.

Fernández de la Vega apuntó que el Ejecutivo no esperará a la elaboración de un informe final por parte de los grupos para aplicar los acuerdos que se vayan produciendo en el Congreso. Pero lo que parece difícil es que efectivamente haya consenso cuando la postura entre las formaciones son tan distantes.

Los nacionalistas canarios coinciden con los populares en la necesidad de modificar la Ley de Extranjería para, entre otras cosas, ampliar los plazos de permanencia en los Centros de Internamiento de Extranjeros. Hoy el máximo es de 40 días; insuficiente, sostienen, para gestionar las repatriaciones.

Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya, por el contrario, se niegan a hacer modificaciones «restrictivas» y exigen que se otorguen a los inmigrantes «todos los derechos». La legislación actual, recurrida ante el Tribunal Constitucional, restringe los derechos de asociación, sindicación, huelga y manifestación. Si algo se cambia, dicen, debe ser esto y la «falta de garantías judiciales en el internamiento».

Reformas legales

En cualquier caso, el documento entregado por la vicepresidenta a los portavoces ni siquiera menciona la posibilidad de tocar la ley. De hecho, la única reforma propuesta es la de la ley orgánica del Poder Judicial «al efecto de establecer el principio de persecución universal de los delitos relacionados con el tráfico y la explotación de seres humanos». Fernández de la Vega aseguró que el Gobierno está abierto a otros ‘retoques’ si «todos los grupos» lo consideraran «oportunos». Pero defendió que hay que hacer las cosas «sin precipitación» y que «las reformas deben afrontarse siempre con serenidad y no al calor de una situación concreta».

Eduardo Zaplana advirtió, por su parte, que «ya es tarde» para lanzar al aire ideas vagas. «Es el momento de tomar medidas inmediatas», dijo. El PP está convencido de que, ante la opinión pública, ha ganado al Ejecutivo por la manga al presentar cien propuestas concretas en política de inmigración. Y el hecho de que la vicepresidenta se presentara ante los grupos con «filosofía» o «literatura» no hizo sino reafirmarle en su negativa al pacto. «El Gobierno – aseveró Zaplana – nunca ha tenido voluntad de llegar a acuerdos, sólo busca sino cómplices para su política».

El portavoz popular aseguró que la subcomisión acordada ayer es sólo una estratagema del Gobierno para «trasladar la sensación de que no son los únicos responsables de la situación dramática que nos acompaña en estos momentos». A pesar de todo, abrió una rendija al entendimiento. «El ‘no’ de hoy se puede transformar en otra cosa en el futuro pero depende de que se abandone la escenificación y se tomen medidas», concluyó.

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