EL ZOO DEL SIGLO XXI / GERMAN BRUFANI
Un Bin Laden al volante
El Mundo, 12-10-2006A este camionero argentino le han prohibido entregar mercancías en una filial de Wal Mart por su parecido con el líder de Al Qaeda Que una barba demasiado larga pueda acarrear prejuicios no es un ningún misterio. Sin embargo, las cosas pueden complicarse aún más cuando quien la lleva también trabaja para una empresa estadounidense.
Cuando el camionero argentino Germán Brufani iba a entregar mercancías a la filial del hipermercado Wal Mart, en la ciudad de La Plata – a 60 kilómetros al sur de Buenos Aires – , surgió un inconveniente impensado.
«Dos yanquis dijeron que yo era Osama bin Laden y, desde ese momento, me prohibieron entrar con mi camión», protesta el transportista bonaerense, de 52 años de edad y con una barba bicolor de 28 años, rojiza y cana. Sin embargo, tanto despilfarro capilar sólo es un homenaje a su padre, Oscar. Y es que, en vez del amor a la muerte del cerebro del 11 – S, este camionero profesa el amor a su familia, bastante prolífica, con seis hijos y seis nietos. Para ellos trabaja durante todo el día en el único sustento familiar: la venta de inofensivas patatas fritas, cacahuetes y aceitunas.
Un camión Mercedes Benz más que amortizado – modelo 1979 – se ha convertido en su segunda casa, ya que pasa allí alrededor de 17 horas diarias.
Wal Mart figuraba entre sus numerosos clientes. «Hacía un año que entraba a la planta, donde todo el mundo me conocía y apreciaba. Como de costumbre, comencé a bajar la carga. Precisamente ese día estaban de visita dos personas de EEUU, vestidas de traje. El recepcionista que esperaba la mercadería me dijo en broma: Dale Bin Laden, entra», relata.
«Yo seguí descargando como lo hacía siempre. Cuando terminé, pasé por la oficina, donde la jefa de planta me pidió que esperara. Mientras tanto, estas dos personas no dejaban de mirarme, desde lejos».
Casi sin creer lo que le ha ocurrido, Brufani recuerda: «Cuando se retiraron los tipos de traje, la jefa de planta me dijo que no podía entrar más. Pensé que era una broma y empecé a reírme, pero le pregunté el motivo. ‘Le estoy hablando en serio – me dijo – , usted no puede entrar más al establecimiento’». Brufani no habla árabe ni usa turbantes y para colmo es nieto de italianos.
Sin embargo, en opinión de muchos falló al no tener en cuenta el peligro de usar barba larga y look islámico por estos días. A raíz de este quebradero de cabeza empeoró su salud y ahora tiene la presión por las nubes y sufre los primeros síntomas de diabetes.
«En 52 años jamás me he sentido tan humillado e injuriado gratuitamente», se queja el camionero, que puso una denuncia contra Wal Mart y la jefa de planta en la Justicia por discriminación, un delito castigado con penas de cinco a 10 años de prisión. También radicó la denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Ya en la dictadura militar, de 1976 a 1983, la barba le había acarreado problemas. «Por entonces los titulares de los diarios decían: ‘A poner las barbas en remojo’. Una noche me pararon en puente Pueyrredón y un policía me bajó tirándome de la barba de forma violenta. ‘De acá Usted sale afeitado. Lo vamos a afeitar en seco’, me dijo mientras afilaba la navaja. Les supliqué y al final me soltaron, pero no volví a pasar por ese puente en cinco años», rememora.
De todos modos, para él lo de Wal Mart ha sido el colmo. «Toda la vida me han comparado con el Che Guevara, con Fidel Castro y con [el futbolista] Garrincha de Brasil, pero siempre era una cosa pasajera. Jamás me prohibieron la entrada a ninguna parte y esto supera todo lo imaginable».
Y por las dudas de que a alguien no le haya quedado el asunto claro, insiste: «Como Bin Laden también tengo barba, pero yo soy Brufani, no soy Osama».
LO DICHO Y HECHO
«Dos yanquis dijeron que yo era Bin Laden y me prohibieron entrar en el hipermercado»
1953: Nace en Buenos Aires y en el parto muere su madre. Lo cría su padre, quien solía llevarlo de acompañante en sus viajes de agente comercial. 1978: Fallece su padre y, como homenaje, jura no afeitarse nunca más en la vida. 2006: Va como siempre a un hipermercado de la compañía estadounidense Wal Mart y dos agentes de seguridad lo confunden con el líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden.
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