La población navarra se declara «muy» o «bastante feliz» en un porcentaje del 95%. Como el resto de España, los navarros colocan la política en el último lugar de sus prioridades detrás de la religión. Estos son algunos de los datos expuestos en el primer trabajo monográfico sobre los valores de la sociedad navarra editado y presentado ayer por la Institución Futuro y realizado por un grupo de sociólogosde la Universidad Pública de Navarra en base a los datos cedidos por la Universidad de Deusto sobre entrevistas efectuadas en 1990, 1995 y 1999. Lo que más importa a los navarros es la familia (99%) delante de los amigos (95%), el trabajo (90%) y el tiempo libre (95%). En último lugar, la política (21%).

G. ASENJO. PAMPLONA.

El estudio dibuja a Navarra con los rasgos de una sociedad «postmaterialista», sociedad que concede más valor a la calidad de vida y al medio ambiente que al crecimiento económico y a los bienes materiales. Una Navarra que se confiesa mayoritariamente de centro, en la que un 37% se considera navarro o más navarro que los español y el 43% tan navarro como español. La investigación, pionera en este campo en Navarra, compara las respuestas de los encuestados con las de las sociedad española.

Presentaron el estudio, en forma de libro, Julio Pomés, gerente de la Institución Futuro, Javier Elzo, catedrático de la Universidad de Deusto,Vidal Díaz de Rada, director del trabajo y profesor de la UPNA e Ignacio Sánchez de la Yncera, decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UPNA y uno de los autores.

En Navarra, los amigos

Cuando los encuestadores preguntan sobre aspectos básicos de la vida , los navarros coinciden con el resto de españoles en citar como primera preferencia a la familia, sin embargo llama la atención a los autores del libro que Navarra se diferencia de España al señalar en segundo lugar de importancia en su vida a los amigos (para el 95%, muy o bastante importante) y en tercer lugar el trabajo (90%) de forma que en una sociedad como la Navarra el trabajo ya no es una aspecto tan básico como en el resto de España. Otra diferencia significativa con la sociedad española es la alta importancia que se conceden en la comunidad foral al tiempo libre.

La felicidad y la libertad

Se declaran felices los navarros y, por lo que apuntan las cifras, cada día más. Ese 95% que se descubre muy o bastante feliz aumentó un 5% desde 1990 a 1999. (La satisfacción se ha medido mediante una escala de 1 a 10, y los navarros alcanzan una puntuación de 7,83 en el termómetro de la felicidad superando en siete décimas al promedio español. ¿Quienes se declaran más felices? Los jubilados y amas de casa, los que residen en municipios de tamaño medio, los religiosos y los de tendencia ideológica de derechas.

A la hora de evaluar el control de la propia vida, en la Comunidad Foral se experimenta y valora más libertad que en el resto de España, algo que destaca Vidal Díaz de Rada «incluso cuando se les pide que elijan entre libertad e igualdad». La sensación de libertad alcanza para los navarros una puntuación de 7,5 ante un 6,8 el promedio español.

El rechazo hacia colectivos sociales en Navarra es menos elevado que en el resto de España. Ocho de cada diez navarros son partidarios de la entrada de inmigrantes de forma legal. El estudio detecta que cada vez la sociedad acepta mejor a los drogadictos y a grupos sociales con SIDA, pero aumenta el rechazo hacia las personas con ideas extremas. Si la extrema izquierda sumaba en 1990 un rechazo del 22% de la población en 1999 era del 28%. El rechazo a la extrema derecha ha aumentado del 31% al 35%.