Senegal se niega a firmar un tratado con Moratinos pese a que España triplica la ayuda
El ministro de Exteriores había prometido conceder 15 millones de euros anuales en cooperación Anuncia la apertura de una «ventanilla» en Dakar para contratar a senegaleses en origen
El Mundo, 11-10-2006MARISA CRUZ. Enviada especial
DAKAR.- El Gobierno de Senegal aplazó ayer a una fecha indeterminada de 2007 la firma del acuerdo de cooperación sobre inmigración que le ha ofrecido España. Tampoco suscribió el memorando de entendimiento concebido como antesala del tratado, con la excusa de que Dakar cumple con creces todo los compromisos políticos contenidos en el mismo, especialmente en lo que se refiere a repatriación de inmigrantes irregulares.
A diferencia de Guinea Conakry y Gambia, dos países que se han apresurado a aceptar el nuevo tipo de acuerdo propuesto por España en el que se vincula directamente el compromiso de readmisión de ilegales con una sustancial cooperación económica Senegal ha optado por dar largas al pacto, pese a que ayer mismo el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, puso sobre la mesa un acuerdo marco de cooperación que, a todos los efectos, implica triplicar de una tacada la ayuda a fondo perdido que se ha prestado hasta ahora a ese país: en definitiva, pasar de cinco a 15 millones de euros anuales.
Incluso, para incentivar la firma del acuerdo, el Gobierno español ofreció a Senegal la apertura antes de fin de año de una «ventanilla» en Dakar para la contratación legal de personas que deseen trabajar en España. Se trata de un mecanismo que ahora tendrá que ser definido, tal y como explicó ayer Moratinos, por la propia patronal, los sindicatos y los ministerios de Trabajo y de Asuntos Exteriores de España, ayudados por las autoridades senegalesas.
«El objetivo», dijo el ministro español ante su homólogo senegalés, «es el de conciliar las dos demandas: la del que ofrece trabajo y la del que busca empleo», al mismo tiempo que se envía un «mensaje fuerte» a las mafias que trafican con la esperanza y la vida de seres humanos y se incentiva la inmigración legal frente a la clandestina.
Pese a estas ofertas jugosas, el Gobierno de Dakar, a la espera de la celebración de las elecciones presidenciales el próximo mes de febrero, ha optado por aplazar la rúbrica de un acuerdo que implica el compromiso jurídico de readmitir a todos aquellos senegaleses que han elegido el cayuco como vía para alcanzar el territorio español.
Las reticencias a la hora de poner la firma sobre el texto resultan evidentes. No se trata de dificultad a la hora de cumplir los términos del mismo ya que, de hecho, Senegal acepta prácticamente a diario la devolución de sus nacionales llegados ilegalmente a Canarias. Más bien el problema reside en el hecho de rubricar un pacto escrito de obligatorio cumplimiento que resulta especialmente difícil de vender ante su propia opinión pública.
El ministro de Exteriores senegalés, Tidian Gadio, prefirió, en presencia de Moratinos, asegurar que el acuerdo de inmigración conocido como de segunda generación que le ofrece España, «será firmado en el plazo más breve posible» aunque eludió referirse a fechas concretas. También se apresuró a señalar que «no existe ninguna divergencia ni ningún problema» que explique el retraso de la rúbrica. Bien al contrario, aseguró que el aplazamiento responde a las necesidades de tiempo lógicas de una Administración en la que «varios departamentos» deben dar el «visto bueno» al acuerdo.
Moratinos, que en esta minigira por Africa Occidental ha sellado pactos con dos países emisores de sin papeles Guinea Conakry y Gambia prefirió mostrar una perspectiva optimista respecto a Senegal, el mayor exportador de inmigrantes ilegales de la región, asegurando que las relaciones entre Madrid y Dakar «pasan por su mejor momento» y que no es intención de España limitarlas exclusivamente al problema migratorio por muy sensible que éste sea. Es por ello que el ministro ofreció la firma de un acuerdo marco de cooperación que triplica la ayuda a fondo perdido que hasta ahora se ofrecía a Senegal.
Su homólogo aseguró que su país no apuesta por la «política de la zanahoria», en referencia al ofrecimiento de cantidades muy sustanciosas de ayuda a cambio del compromiso escrito de repatriación, pero no dudó en confirmar ante la prensa de su país que España ha puesto a disposición de Dakar un montante de asistencia financiera muy importante.
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