Marruecos despliega diez mil soldados en el norte del país contra la inmigración ilegal
La Vanguardia, 10-10-2006CARLA FIBLA – RABAT
Poco a poco, con concesiones cada vez más significativas, Marruecos se ha convertido en el gendarme de Europa en la lucha contra los flujos de emigración clandestina. Según datos oficiales recientes, diez mil miembros del ejército están desplegados por el norte del país magrebí para evitar que vuelvan a crearse campamentos ilegales de emigrantes con intención de alcanzar Europa, o que las mafias organicen salidas desde las playas del sur del Mediterráneo.
Para llegar a ser un alumno aventajado, Rabat se ha esmerado durante los últimos doce meses para que España lo considerase un socio privilegiado en esta lucha conjunta, en la que las autoridades marroquíes aseguran que existe un vínculo entre narcotraficantes y especialistas en el blanqueo de dinero y traficantes de seres humanos.
Las autoridades locales de las poblaciones en las que hasta hace apenas dos años las mafias campaban a sus anchas han pasado del secretismo que permitía expulsar ilegalmente por la frontera argelina a inmigrantes detenidos cuando se disponían a intentar cruzar el Estrecho a ofrecer datos actualizados sobre redadas y detenciones (los últimos apuntan que en lo que llevamos de año, 2.191 personas han sido arrestadas sólo en Nador, junto a la frontera con Melilla, y que han sido incautados 30 embarcaciones y 32 motores).
Las promesas de apoyo al trabajo sucio realizado por el país magrebí empiezan a concretarse. Tras más de un mes bloqueados en la frontera de Ceuta, el Gobierno español entregó el pasado miércoles 72 todoterrenos, 14 microbuses, 40 motocicletas y 26 quads a las autoridades marroquíes en el puerto de Tánger. La postura firme de Rabat en su negativa de reconocer las fronteras de Ceuta y Melilla, ciudades que considera “ocupadas”, creó una delicada situación, salvada por la capacidad de comunicación de los actuales ejecutivos de ambos países.
La nueva gestión de la emigración clandestina en Marruecos, ejemplo que desde Madrid se intenta que sigan otros países de tránsito u origen de las nuevas rutas migratorias, disfruta del aval de la Unión Europea, que, mientras se evite lidiar con la llegada masiva de sin papeles,no cuestiona ni el trato ni la vulneración sistemática de los derechos humanos de los inmigrantes en el país magrebí. “La situación de los inmigrantes subsaharianos en Marruecos es deplorable”, aseguran desde el Consejo de Inmigrantes Subsaharianos en Marruecos.
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