ceuta – Las calles de la Ciudad Autónoma de Ceuta se convirtieron en la
madrugada del domingo al lunes en el escenario de un suceso casi de
película. Un grupo de la Policía Local ceutí se acercó hasta el puente del
Quemadero, después de que un ciudadano alertara de que un obstáculo
impedía la circulación de los vehículos. Al llegar al lugar, los agentes
se encontraron con una barricada hecha con contenedores de basura, troncos
y ramas de árboles.
   Mientras inspeccionaban el obstáculo, un
grupo de individuos comenzó a lanzarles piedras, de manera que algunas de
ellas impactaron en los vehículos causando destrozos en las lunas.
   Las piedras provenían de la barriada del Príncipe, lugar de residencia
de los ceutíes de religión musulmana. Ante el ataque, los agentes
observaron a un nutrido grupo de personas que, cubiertos con pasamontañas,
se mostraban cada vez más agresivos. Ante la situación, cada vez más
tensa, los policías decidieron sacar las armas y realizar disparos al aire
para intimidar al grupo atacante y dispersarlo. Por la disposición del
grupo de violentos y de la barricada en el puente, la Policía de Ceuta
considera que se trató de una emboscada, un «estudiado dispositivo»
diseñado para atacar a los agentes, según figura en una nota divulgada por
la propia Policía.
   Por otro lado, la Guardia Civil detuvo a
última hora de la tarde del domingo a siete inmigrantes subsaharianos que
fueron dejados en una zona de acantilados de Ceuta por una embarcación
rápida que se dio a la fuga en dirección a Marruecos. Uno de los
inmigrantes presentaba signos de asfixia.