SONIA BARRADO

LOGROÑO. Diez organizaciones riojanas se han unido para reclamar a las administraciones públicas de la Comunidad un compromiso social por la inmigración en La Rioja. Cruz Roja, Cáritas, Rioja Acoge, los sindicatos USO, UGT y CC.OO., Religiosas del Servicio Doméstico, ATIM, Amiras y la Asociación Pakistaní de La Rioja presentaron ayer un manifiesto en el que piden ese acuerdo con el objetivo de evitar «cada uno de los comportamientos racistas y xenófobos que se manifiestan en nuestra sociedad».

Este compromiso debería estar fundamentado en «una política estable que evite la utilización de la inmigración como un instrumento de enfrentamiento electoral», destacó Marta Hernández, de Cáritas, que se encargó de leer el manifiesto.

En él, también se solicita la «prioridad en la lucha contra traficantes de seres humanos; el compromiso de trasladar a la sociedad mensajes que no generen alarmas injustificadas, sino que favorezcan la convivencia; y distinguir entre situaciones de emergencia y la política de inmigración general de la que forma parte el control de la inmigración irregular».

Aboga, además, por «propiciar un clima social favorable para la integración de los inmigrantes en la sociedad de acogida» y por «fomentar la llegada legal de personas», al tiempo que rechaza «el discurso xenófobo y simplista que, desde algunos sectores, se alienta en las últimas fechas contra la inmigración».

«Población de pleno derecho»

En ese documento, los diez colectivos reclaman, igualmente, a las administraciones que «no se haga responsable a los inmigrantes de los problemas sociales y económicos no generados por ellos, que se los reconozca como población de pleno derecho dentro de la sociedad riojana, que haya un compromiso decidido de lucha contra la economía sumergida y el trabajo irregular, y que se destinen los medios materiales y humanos necesarios para su integración». Así, animan a las administraciones públicas «a que adquieran un compromiso conjunto en beneficio de la integración de la población extranjera, tratándola como un fenómeno global y positivo». Además, el manifiesto apunta que la inmigración «tiene un denominador común y unas mismas causas que no son otras que las desigualdades sociales y económicas que han existido y existen en el mundo», las cuales «se hacen más crecientes fruto de la aplicación insolidaria de unas reglas de juego economicistas».