Un policía de La Junquera «colaba» a prostitutas para el club de un amigo

ABC, 10-10-2006

CRUZ MORCILLO

MADRID. Un inspector del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la frontera de La Junquera ha sido detenido por sus compañeros de la Brigada de Asuntos Internos, acusado de cohecho y tráfico de seres humanos. El agente, coordinador de servicios de uno de los pasos fronterizos, dejaba entrar en España a prostitutas del Este «sin papeles» que iban a trabajar en el club de un amigo del policía con el que estaba conchabado y que también ha sido detenido, según confirmaron fuentes policiales.

Las presuntas actividades irregulares del inspector habían sido detectadas hace tiempo, pero no se intervino hasta hace unos días cuando todos los extremos fueron confirmados. El pasado fin de semana los funcionarios reventaron dos prostíbulos a los que iban a parar algunas de las «pupilas» del agente protector. En los locales, muy próximos a La Junquera, y muy conocidos, trabajaban más de dos centenares de chicas, buena parte procedentes de países del Este. Fueron detenidas 36 porque se encontraban en situación irregular en nuestro país.

Minibuses y coches particulares

Las mujeres cruzaban la frontera en minibuses y coches particulares con absoluta impunidad y sin someterse a ningún tipo de control, tal y como habían apuntado varias informaciones recibidas por la Dirección General de la Policía.

«Ha podido cobrar, no lo sabemos aún, seguro que ha recibido regalos, pero los pagos al por mayor se hacían en forma de favores sexuales y con elecciones no casuales», confirman fuentes de la investigación. Las mismas fuentes desmienten que el inspector detenido, que ya ha pasado a disposición judicial, forme parte de una red de inmigración ilegal o de trata de blancas.

«No hay indicios para hablar de red, era una actividad mucho más básica, con alguna contrapartida económica y con habituales compensaciones de otro tipo – apuntan las fuentes consultadas – . Eso sí, con el dueño de los clubes tenía absoluta confianza y camaradería y no descartamos que él sí pudiera pagarle en función de cuántas chicas colara por el paso».

Durante el fin de semana, cuando se llevaron a cabo los registros de los burdeles, en presencia de la juez encargada del caso, los agentes comprobaron con sorpresa que uno de los locales – «un templo del mercado de la carne» – contaba con una licencia de funcionamiento expedida por la Generalitat cuanto menos llamativa. El permiso lo autorizaba como «local de alterne con gran afluencia de público para ejercer la prostitución». «Es la primera vez que encontramos una licencia similar, y además legal, así que el local seguirá abierto».

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