L. F. DURAN
Detenidos 23 jóvenes senegaleses y gambianos con 26.250 CD y DVD piratas En los últimos días se ha vuelto ha extender en las calles de la capital el top manta. Decenas de extranjeros venden películas y cintas piratas. El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, tiene claro quien favorece esta plaga. Lo achacó ayer a la multitud de jóvenes africanos que llegan en cayuco a Canarias y que desde allí son trasladados en avión a la capital, y culpó de ello a la política de inmigración del Gobierno.

Pedro Calvo explicó que este «incremento importante» del top manta se viene detectando desde principios del verano, después de que esta actividad fuese «prácticamente erradicada» hace año y medio de las calles del centro de Madrid. El edil hizo estas declaraciones tras explicar una operación policial conjunta de la Policía Municipal y de la comisaría de Latina en la que han sido detenidos 23 jóvenes senegaleses y gambianos con 26.250 CD y DVD piratas en un piso de la calle de Cabestreros y dos apartamentos de la calle de Amparo.

Todos los detenidos, de entre 19 y 22 años, han confesado que llegaron a Canarias en Cayuco y que fueron trasladados hasta Madrid en avión.

Al menos cuatro de ellos constan como «expulsados» y tienen hasta tres órdenes de expulsión de la subdelegación del Gobierno en Tenerife, Salamanca y Murcia, por delitos contra la propiedad intelectual. Calvo afirmó a Efe que la mayoría de los detenidos «volverán a quedar en libertad y volverán a caer en manos de las mafias y a practicar una actividad ilícita como el top manta, que quita puestos de trabajo y produce inseguridad en las calles».

El concejal se preguntó «qué hacen estas personas aquí, si están ya expulsadas» y «cuántas órdenes de expulsión hacen falta para que se lleve a cabo la expulsión definitiva». Argumentó que estas órdenes de expulsión que no se llevan a cabo son las que «sirven de base para procesos de regularización y para que se produzcan avalanchas de inmigrantes como la que vivimos procedente de la zona subsahariana». «No entendemos la política de inmigración de este Gobierno, que se traslada de una forma directa, no sólo a un repunte de una actividad prácticamente erradicada en una parte de la ciudad, sino también en un repunte de la violencia y de la inseguridad», dijo Calvo, que hizo hincapié en que, si bien está bajando la tasa de criminalidad en Madrid, «buena parte de los delitos cada vez se cometen con más violencia».

Calvo hizo un «llamamiento» al Gobierno para que «adapte su política de inmigración a criterios de racionalidad y de ayuda humanitaria» y para que «estas personas en un futuro, no solamente no puedan desarrollar este tipo de actividades en España, sino que puedan ser repatriadas con carácter inmediato hasta que sus papeles no les permitan llegar de una manera legal».