"La inmigración no se resuelve ni con mentiras ni escondiendo la cabeza"
Diario de Noticias, 09-10-2006maría olazarán
pamplona. El filósofo vasco Javier Sádaba participó el pasado mes de septiembre en el curso de verano Depresión y vida de calidad: Reflexiones actuales , celebrado en el Centro Asociado de la UNED en Pamplona, donde ofreció una visión filosófica y moral de esta patología tan presente en la sociedad actual. Tras la ponencia, Sádaba hizo un hueco en su agenda, que le tiene “muy estresado”, para realizar un rápido análisis de las cuestiones más candentes del panorama estatal e internacional.
Se dice que la depresión es una enfermedad de la sociedad actual, ¿qué características posee este mundo que lleva a las personas caer en ella?
Esta relacionada con dos aspectos: uno es la falta de tiempo y otra, la cantidad de estímulos. Es evidente que en una sociedad como la nuestra, la gente no tiene tiempo. Antes había pestes y otros problemas, pero las personas disponían de su tiempo. Y es esta falta de tiempo la que produce una sensación de angustia o de estrés interior que después se manifiesta en la depresión. Y luego está el bombardeo de estímulos o de exigencias. ¡Son tantos! Tener más dinero, comprar cosas… Y eso estresa, tira y tensa la personalidad. Son dos causas propias de nuestro tiempo y no de otros.
¿Cómo aprender a vivir con tantas exigencias y sin tiempo para alcanzarlas?
Hay una fórmula que está al alcance de cualquiera: meditar un poco más. Por muchas que sean las solicitudes externas, los compromisos es importante reservar un tiempo para retirarse y pensar en uno mismo. Y no de una manera egoísta, sino pensar en uno mismo para pensar en los demás. Y después, un poco de lectura. Y otra cosa, tener amigos, lo que más relaja es tener amigos.
Si echamos una ojeada al mundo en el que vivimos es fácil deprimirse. Sin embargo, a veces parece que sólo nos venimos abajo cuando los problemas nos tocan de cerca.
Desgraciadamente, creo que es así; que somos muy egocéntricos. Es terrible que nos deprimamos cuando nos han peinado mal o porque el vecino se ha comprado un coche mejor que el nuestro. Eso es lo que es absurdo y éstas son las causas de la mayoría de las depresiones. A mí me parece que hay estados de animo depresivos que están bien. Por ejemplo cuando alguien se da cuenta de que mil millones de personas mal viven en el mundo. Este tipo de malestar trae como consecuencia el salir de uno mismo y actuar.
¿Y cree que en Occidente estamos dispuestos a tener menos para que el resto viva un poquito mejor?
En general, pienso que no. No hay más que ver como reaccionamos cuando nos quitan algo. Nos molestamos mucho, estamos excesivamente objetivados y bastante animalizados. Deberíamos dar un paseo por este mundo, ver que las cosas tienen un valor copulativo y que uno gozaría mucho más si todos pudieran estar bien. Comparto lo que decía un libertario que uno no es feliz mientras el resto no lo sean. Estamos haciendo todo lo contrario. Hemos hecho de la individualidad un dios.
Recientemente se ha cumplido el quinto aniversario del 11 – S. ¿Cree, como se ha dicho, que este día se ha convertido en un antes y un después?
Bueno, lo de un antes y un después me parece una exageración. Fue una fecha importante, sin duda, y con consecuencias, en general, negativas. Lo que ocurre es que estos cinco años nos han enseñado muy poco, han endurecido a lo que se llama Occidente. No se ha dado ese momento de tranquilidad para pensar por qué las cosas están sucediendo. Me parece que la invasión de Afganistán es la madre de los errores posteriores, porque de ahí se va a Irak, bueno de hecho continúan allí. (De hecho los españoles están ahí haciendo la labor sucia a los norteamericanos). En fin, lo que creo es que después del 11 – S hemos aprendido poco; más bien nos hemos asustado. Hay que tener una mirada más limpia de lo que es este mundo y los fracasos que ha habido en el mundo árabe que han llevado al fanatismo. Nosotros tenemos otro dios, que es el dinero y el papel de nueva moneda que es el petróleo… Y estas son cuestiones que, en general, han salido ganando. A mí me toco la caída de las torres echando la siesta y me gustaría que esto hubiera servido para que nos despertáramos de la siesta.
¿Considera que EEUU, en vez de reflexionar sobre por qué ocurrió el 11 – S, debería haber analizado sus actuaciones anteriores?
Lo que no se puede hacer es ir corriendo a por Bin Laden (que no quiere decir que no haya que juzgarlo por lo que hizo), pero creo que lo primero es tener un duelo propio de un atentado tan siniestro y terrible. Y esa reacción fue de los halcones, de los neoconservadores, que son unos auténticos fundamentalistas. Se ha juntado un fundamentalismo con otro y no hubo ese momento de reflexión. Pero desconfío mucho en que un país como EEUU o buena parte de Europa tengan esa capacidad, desgraciadamente.
Y los terroristas, ¿lograron su objetivo?
Si el objetivo era el que dicen, el ampliar la Huma (el partido de Alá) y hacer más proselitismo, creo que no, No creo que vaya a haber muchos más musulmanes. Pero si querían decir: “Aquí estamos, y si ustedes tienen poder, nosotros también”; entonces sin duda porque en la sociedad de la información tiene una presencia constante.
Aquí estamos ante una oportunidad histórica para lograr la paz. ¿Cómo recibió la noticia?
Me alegré mucho. Primero, por la tregua misma. Que se dejara de matar es para alegrarse. Después, la solución al problema del País Vasco, por muchas vueltas que se le den, parte del sistema político.Y esto se resuelve – sentándose o de pie – , pero poniendo encima de la mesa las exigencias políticas de unos y de otros, y democráticamente. Sin violencia todo se puede plantear y, al final, es una labor política el encontrar las soluciones adecuadas. Ante esto estoy un poco escéptico, es mi percepción y tampoco tengo más datos, porque no nos los dan. Pero no veo madurez por ninguna de las dos partes para que podamos ser medianamente optimistas.
¿Qué opina del precio político del que tanto se habla? ¿cree que se puede conseguir la paz sin pagar un precio político?
En mi opinión, los precios políticos no importan. ¿Qué sentido tiene hablar en términos negativos de precios políticos? ¿Han tenido que pagar un precio político en Quebec para hacer un referéndum? No, simplemente si se hace democráticamente; mientras la gente lo reclame… ¿Se ha pagado un precio político en Montenegro? Pues tampoco. Creo que sólo se podría hablar de precios políticos cuando se hace algo en contra de los derechos fundamentales. Pero bueno, las constituciones están para cambiarlas, como otros textos legales. .. El tema más duro lo vería en el tema de los presos, al contrario de lo que se suele decir. Y por cierto, cuanto antes los acerquen, mejor. Pero en términos políticos, creo que hay barra libre y se trata de acomodar algo de tal manera que después se pueda votar. Hay que ser radicalmente demócratas.
¿Cómo analiza la incesante afluencia de inmigrantes a las costas canarias?
Creo que la inmigración está entre los 4 ó 5 problemas más graves de todo el mundo. Me molesta mucho que se mienta tanto con respecto a la inmigración. La cantidad de mentiras que están diciendo es impresionante. Lo de que los van a repatriar es mentira, igual que lo que dicen de que van a hacer 500. 000 inspecciones. Un problema de semejante envergadura no se resuelve ni con mentiras ni escondiendo la cabeza como el avestruz. Y sólo cuando se han dado cuenta de que pueden perder las elecciones han empezado a actuar. Y lo que tenían que haberse dado ya en España, en Europa y en todo el mundo es una conciencia de que este es un tema tremendo. Son 200 millones de inmigrantes, que van a seguir viniendo de África. Sin embargo, lo que hacen es poner parches y mentir. Mira, si no tiene solución que lo digan y que dimitan, que para eso están como políticos.
¿Cuáles son los pasos que se deberían dar para mejorar esta situación?
Es necesario regularizar las cosas, hacer cupos, créditos… y para eso se necesitan leyes que sean claras y que se cumplan. Pero no decir: “vamos a expulsar a todos”. Creo que es mucho más cruel expulsar a uno que ya está dentro que el hecho de no dejarlo pasar… Y es que en vez de promover la apertura al otro, ya que todos somos entrantes de una u otra manera en este mundo y nadie tiene el monopolio de nigua frontera, lo que está generando es una xenofobia terrible. Y luego está el político de turno que se permite que el país avance económicamente porque se le paga la mitad al inmigrante. Pero los problemas de convivencia con los inmigrantes no los tienen los ricos sino que están en un barrio cuando no hay sitio en el comedor de la escuela… Por otra parte, pienso que dentro de todo el Estado el despiste supremo lo veo en Euskadi, donde todavía no se han enterado del problema. Y el día que explote allí va a ser más fuerte que en cualquier otro lugar.
Hablaba de xenofobia, ¿cree que la sociedad acepta al inmigrante?
Creo que cada vez menos. Hay pueblos que se encuentran con un 40% de inmigración y donde van a construir una mezquita. Y esto plantea problemas. Según dicen los sociólogos cuando hay 15% ó 20% de inmigración empieza a haber problemas y con un 30% ya los hay. Mira, en Canadá hay zonas hasta con un 80% y las cosas han ido bien porque ha habido una pedagogía. Pero aquí no ha habido nada. Dicen que todo ha llegado sin enterarse o sin quererse enterar; y quien decide sobre este tema es el señor al que no le importa tener a unos señores currando. Pero falta una política global. Sólo se piensa en las elecciones, en el hoy… mañana ya veremos.
Una última pregunta, usted es especialista en bioética, un tema que está generando mucha polémica.
Así es, y considero que, el 70% ó 80% de los problemas que van venir a partir de ahora – aparte de los de siempre – van a estar relacionados con la bioética. Si podemos modificarnos a nosotros mismos, si podemos redefinir el ser humano… todo esto es lo más importante. Hemos entrado en nuestras tripas.
Pero, ¿dónde esta el límite?
Hay está el problema. Yo diría que en la autonomía humana, que nunca se destruya. Pero mientras sea para mejorarnos, cuanto más guapos y longevos seamos, mejor.
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