Detenidos por prostituir a sus compatriotas rumanas
La Razón, 07-10-2006Madrid – Explotaban a mujeres. Iinmigrantes, como ellos. Las obligaban a
prostituirse y les cobraban un «canon» semanal que rondaba los 350 euros.
Finalmente, ellas mismas lo denunciaron, permitiendo que comenzase la
investigación policial. Fuentes de la Jefatura Superior de Madrid
informaron ayer de la desarticulación de que finalmente la «banda» había
caido. Todos ellos eran rumanos que operaban en la zona del Polígono
Marconi. La investigación comenzó el pasado verano, cuando las mujeres
denunciaron las continuas agresiones, amenazas y coacciones que sufrían.
En un primer momento los agentes localizaron a varios de los sospechosos
que residían en pisos de Getafe y que viajaban periódicamente a la costa
levantina. Pasados unos días, tras comprobar que todos se hallaban en
Madrid, los policías establecieron un dispositivo para detenerlos. Los
detenidos son Ioan R., alias «Ford», de 29 años, detenido previamente
otras dos veces por estancia ilegal, Gabi R., conocido como «Tamara», con
un antecedente por prostitución y uno más a causa de la Ley de
Extranjería, y Gigi R., «Leonard», de 28 años, sin antecedentes
policiales. Días después fue detenido Sandu G., «Agresan», de 28 años,
mientras trataba de sonsacar a una mujer para que le dijera quien los
había «traicionado». Esa misma mujer denunció que Sandu la había obligado
a ir a un hotel cercano, donde la retuvo y agredió sexualmente durante dos
días. Los cuatro detenidos pasaron a disposición policial e ingresaron en
prisión por orden del juez. Los agentes les intervinieron dos coches de
gama alta y 930 euros.
Tarjetas clonadas
Por otro lado, la Policía Nacional ha detenido a tres venezolanos que se
dedicaban a «clonar» tarjetas de crédito, un tipo de delito que se ha
extendido mucho en los últimos tiempos. Llevaban a cabo su actividad
delictiva en una habitación de hotel de Madrid. La banda estaba formada
por Gerber Alberto G.M., de 26 años, Alfhenis Javier C.V., de 29, y Danny
Gustavo B.C., de 35.
Para conseguir sus botines, trabajaban siempre
con varias tarjetas de crédito al mismo tiempo, y siempre en horario
comercial. Prudentemente, no llegaban a entrar jamás en las entidades
bancarias. Los detenidos, realizaban numerosas extracciones de dinero en
cajeros automáticos y sacaban siempre la cantidad máxima permitida.Las
investigaciones comenzaron hace varias semanas, cuando los agentes de la
Comisaría del distrito de Salamanca tuvieron conocimiento de la existencia
de un grupo dedicado a esta modalidad delictiva. Se estableció el oportuno
dispositivo para la identificación y localización, que permitió conocer su
centro de operaciones estaba en la habitación de un hotel madrileño. En la
habitación del hotel se intervinieron, entre otros efectos, 788 tarjetas
con bandas magnéticas.
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