Straw desata la polémica al decir que el velo islámico obstaculiza la integración
ABC, 07-10-2006EMILI J. BLASCO. CORRESPONSAL
LONDRES. «Que se levanten el velo». Esa petición de Jack Straw, ex titular de Exteriores y actual ministro para el Parlamento, dirigida a las mujeres musulmanas que cubren completamente su cara, a excepción de los ojos, ha levantado una gran polémica en el Reino Unido.
La polémica debería transformarse en debate, pero es posible que los años de orgullo oficial sobre el modelo de multiculturalidad de la sociedad británica, mucho más liberal que el paradigma continental representado singularmente por Francia, dificulte el propósito.
Londres se ha venido vanagloriando de no poner cortapisas a la expresión en la vida pública de culturas y credos, y sus minorías se han acostumbrado a ello, incluso desarrollando comunidades cerradas entre las que ahora difícilmente se puede abrir paso el intento de correción que parece querer obrar el Gobierno.
Straw midió bien sus palabras, y el artículo que escribió en un diario local de su circunscripción electoral, que tiene cerca de un 30 por ciento de población musulmana, es intencionadamente muy moderado. Simplemente consignó que cuando tiene entrevistas con mujeres de fe islámica de su circunscripción les pide que se levanten el velo para poder mantener una conversación cara a cara. Lo plantea siempre de modo voluntario y acompañado en la habitación por alguna mujer de su oficina.
Dicho así, no hay mucho motivo para la controversia. Pero en realidad lo que levantado en su contra a muchas organizaciones musulmanas es el real propósito de Straw. Porque más allá de la situación de conversaciones cara a cara, el ministro viene a sugerir que el velo completo dificulta en sí mismo una mayor integración social. Y aunque en su escrito asegura que no tiene nada en contra de los velos que sólo cubren la cabeza y los hombros, en declaraciones ayer a la radio dijo que preferiría que, de modo voluntario, no se llevara tampoco esa prenda.
El Gobierno, a través de un portavoz de Downing Street, indicó que las apreciaciones de Straw son personales y no representan ninguna postura oficial, por lo que no se va a prohibir ningún tipo de vestimenta. Tony Blair ha declinado expresar su opinión al respecto.
La cuestión es si la polémica forma parte de la agenda del Gobierno o es un mero interés personal de Straw para ganar perfil de cara a las elecciones internas que se avecinan en el Partido Laborista con la marcha de Blair. Straw no ha descartado que se presente al puesto de vice líder del partido, en sustitución de John Prescott.
Denuncia de los guetos
También el ministro del Interior, John Reid, que en su caso podría aspirar a disputar el puesto de líder al candidato favorito, Gordon Brown, ha insistido las últimas semanas en denunciar los guetos que está generando el multiculturalismo británico.
Tal vez se trate de campañas personales, pero está claro que desde el «establishment» político se están dando voces de alerta, como la del líder de la oposición, David Cameron, que ha pedido que las escuelas islámicas establezcan un cupo para alumnos de otros credos.
La mayor parte de las asociaciones musulmanas han criticado duramente a Straw por defender la «discriminación». La dirección del Consejo Musulmán de Gran Bretaña ha preferido destacar que Straw habla de gestos «voluntarios», pero otros sectores islámicos han arremetido también contra el ministro.
El musulmán Massoud Shadjareh comentó: «¿Se atrevería Straw a decirles a los judíos que viven en Stamford Hill que no deberían vestirse como judíos ortodoxos?».
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