Recela de la voluntad de entendimiento de quien rechazó en el Congreso sus primeras propuestas Rajoy completará hoy su paquete de medidas para evidenciar su propia alternativa política El PP no se prestará a escenificar el pacto de Estado por la inmigración que busca el Gobierno hasta que éste asuma la «responsabilidad» por el «error» de su política y la rectifique.

Ésta es la postura que con más claridad quedó patente ayer, el día en que el principal partido de la oposición inauguró su conferencia sobre inmigración, que preside la secretaria de Política Social del partido, Ana Pastor.

En realidad, casi ningún dirigente popular hizo mención expresa en sus discursos a esta operación política del Ejecutivo, que consideran más propagandística que real. Al día siguiente de que el Congreso rechazara la moción del Grupo Popular en la que iban contenidas las propuestas avanzadas por Mariano Rajoy en septiembre, y pasadas varias semanas desde que los socialistas rechazaran también una previa proposición no de ley y la creación de una comisión mixta Congreso – Senado para la inmigración, ningún miembro de la cúpula popular creía que ese pacto fuera posible.

Curiosamente, el único que abordó directamente esta cuestión, a preguntas de los informadores, fue Josep Piqué. El presidente del PP catalán – ayer en sintonía absoluta con su partido – se mostró en contra. «No puede ser que, porque el Gobierno esté desbordado, le endose ahora el problema a la oposición. Tendría que admitir sus errores y hacer pública su decisión de rectificar». Una condición esencial, según expresó, para un pacto cuya aceptación de entrada por parte del PP llegó a considerar, «hoy por hoy, un ejercicio de ingenuidad política».

Y es que, para los populares, el PSOE es históricamente responsable de haber roto todos los pactos en materia de inmigración. Le reprochan, primero, que acordara en 2000 con las demás fuerzas políticas una ley en contra del partido de Gobierno. Y que luego, pese a que en la segunda legislatura el PP negoció con ellos una norma de consenso – la hoy vigente Ley de Extranjería – , ellos volvieran a romper el pacto desde el Gobierno a través del Reglamento que aprobó la regularización masiva.

El propio Angel Acebes – el ministro que aprobó la ley – se refirió a ello cuando dijo que «quien se presentó como el rey de todos los diálogos dinamitó todos los consensos», en referencia a José Luis Rodríguez Zapatero.

Las fuentes más próximas a Mariano Rajoy se lamentaron ayer del intento del Gobierno de colocar la pelota del pacto en el tejado del PP. Aseguraron que su partido nunca se ha negado a sentarse a hablar con el Gobierno, pero reclamaron una propuesta de cuya misma existencia recelan abiertamente.

Y es que, para la cúpula del PP, éste es el momento para ofrecer sus propias soluciones. Hoy, en la clausura de la conferencia de inmigración, Rajoy completará con un centenar de medidas las propuestas que ya presentó a su Junta Directiva. Su objetivo político es que, mientras el Gobierno escenifica posibles pactos que le ayuden a salir del atolladero, la opinión pública sepa que los populares tienen su propia alternativa.