LUXEMBURGO. Los estados miembros de la UE tendrán que comunicar a sus socios las regularizaciones masivas de inmigrantes ilegales que efectúen, así como las decisiones que tomen en el campo de la extranjería y el asilo. Así lo aprobaron ayer los ministros de Interior de los 25, que se reunieron en Luxemburgo para tratar de acercar posturas en política migratoria. Según la UE, la iniciativa no persigue amonestar a España, por cuanto cada país seguirá siendo independiente para llevar a cabo sus medidas de extranjería.

Según el texto de las conclusiones adoptadas por los titulares de Interior, los países de la UE «comunicarán tan pronto como sea posible a la Comisión Europea y a los otros estados miembros información sobre las medidas que pretenden tomar, o han tomado recientemente, en las áreas de asilo e inmigración».

Así las cosas, las medidas que quedan incluidas en este mandato son aquellas que podrían tener un «impacto significativo en varios estados miembros o la Unión Europea en su conjunto», se señala en un comunicado dado a conocer en Luxemburgo por el Consejo de la UE, que se celebró bajo presidencia finlandesa.

Entre esas medidas, se mencionan «políticas y programas a largo plazo, proyectos de leyes y legislación adoptada, decisiones de tribunales y resoluciones administrativas que afecten a un número significativo de personas». COLPISA