El ministro francés de Exteriores, Philippe Douste – Blazy, reclamó ayer una «respuesta de todos los países europeos» ante las avalanchas de inmigrantes ilegales que padece España. La llegada masiva de estas personas a las fronteras marítimas de Canarias, señaló, es «un problema grave, pero no de España, sino de toda Europa».

Douste – Blazy hizo estas afirmaciones en Madrid, donde abordó la problemática de la inmigración con su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos. El mandatario francés dijo que los países europeos «tenemos que reforzar la cooperación operativa» para vigilar mejor las fronteras del continente y abogó por dotar de más recursos al organismo creado por la UE para controlar su frontera exterior (Frontex). En línea con las tesis defendidas por el Gobierno español, el político galo recalcó que hay que «asegurar» el regreso a sus países de origen de todos los inmigrantes que entren en España de forma clandestina. Asimismo, apoyó los esfuerzos realizados por España para fomentar políticas de desarrollo y lucha contra la pobreza en los países de origen de los inmigrantes.

Por su parte Moratinos, anunció que la próxima cumbre hispano – francesa tendrá lugar el 16 de noviembre en Gerona. Según el titular de Exteriores español la inmigración será uno de los temas destacados de esa cumbre bilateral.