Madrid – La llegada de la noche al Centro de Internamiento de Extranjeros
(CIE) de Las Raíces (Tenerife) viene acompañada desde hace días del mismo
ritual. Aprovechando la escasa altura de la valla exterior del antiguo
recinto militar, de apenas un metro y medio, algunos de los subsaharianos
allí recluidos prueban fortuna y escapan en busca de la soñada vida que
les prometieron cuando se embarcaron en un cayuco.
   Sin embargo, en
la madrugada de ayer, no fueron ocho o diez, como suele ser habitual, los
inmigrantes que saltaron el vallado, sino un importante número que, según
fuentes de la Confederación Española de Policía (CEP), podría ser de hasta
cien. «Durante toda la noche, los compañeros han estado recibiendo
llamadas de vecinos de la zona que les informaban de que habían visto un
grupo por aquí, otro por allá. Y de las estimaciones que han hecho,
creemos que la cifra de fugados oscilaría entre los 60 y los 100»,
explicaron fuentes del sindicato.
   En el centro de Las Raíces hay en
estos momentos uno 2.000 inmigrantes custodiados por una media docena de
policías que son reforzados con otra decena de miembros de las Unidades de
Intervención Policial a la hora de la comida, lo que hace muy difícil su
control y posibilita las fugas.
   De momento, sólo diez de los huidos
han sido encontrados. «Seguramente, volverán más, porque si no logran
esconderse bien, acaban regresando cuando les aprieta el hambre»,
detallaron las fuentes.
   Desde Interior manifestaron, sin embargo, no
tener constancia de que se hubiese producido ninguna fuga como la
denunciada por el CEP.