EL DRAMA DE LA INMIGRACION / Una nueva tragedia
Los 11 inmigrantes rescatados dicen que otros 20 compañeros murieron al partirse su zodiac
El Mundo, 06-10-2006Les recogió un carguero a 110 millas de Gran Canaria Once inmigrantes marroquíes, cuatro de ellos menores, fueron rescatados el miércoles en alta mar por un buque mercante, 110 millas al sur de Gran Canaria, después de que su lancha neumática naufragara. Los supervivientes declararon a la Policía que otros 20 ocupantes murieron en el hundimiento. Los sin papeles auxiliados manifestaron que la zodiac en la que viajaban se había partido en dos y que unos se encontraban en la proa y otros en la popa de la embarcación cuando fueron rescatados por el buque. Sigue en
En esta ocasión, la embarcación siniestrada no fue ni una patera ni un cayuco sino una barca neumática, de las que habitualmente se utilizan para cruzar el paso del Estrecho. Pero la distancia de Marruecos a Canarias – 98 kilómetros – , dista mucho de los 14 kilómetros que separan el país africano de la costa andaluza.
La barquilla no aguantó el trayecto y se partió en dos en medio del oleaje. Los 31 inmigrantes irregulares cayeron al agua, y sólo 11 pudieron aferrarse a los extremos de la embarcación, a la espera de encontrarse en medio del océano con otra nave que les socorriese. Los otros 20 inmigrantes fueron engullidos por el agua en poco tiempo, según manifestaron algunos de los náufragos tras llegar a tierra.
El portacontenedores belga Safmarine Nimba, de 19,5 metros de eslora y 32,20 metros de manga, pasaba por el lugar, debido a la ruta Algeciras – Togo que realiza habitualmente. Los tripulantes fueron en auxilio de los inmigrantes, tras unas maniobras que tardaron unos 90 minutos, ya que al tratarse de un buque de tan grandes dimensiones fue necesario echar al agua un bote salvavidas en el que subir a los náufragos, según comunicaron a EL MUNDO fuentes de Salvamento Marítimo.
Una vez en el bote, fueron izados al portacontenedores. Allí recibieron mantas para arroparse y bebida caliente, a la espera de ser trasladados a tierra. El barco se desvió de su ruta, y tras nueve horas y media de trayecto llegó al puerto de La Luz y de Las Palmas, pasada la medianoche del miércoles. El barco recibió también instrucciones desde Capitanía Marítima para que buscara si había algún superviviente más, pero no encontró nada.
La Delegación del Gobierno confirmó ayer el naufragio, pero no entró a corroborar el número de posibles fallecidos. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, manifestó a Efe que «previsiblemente en la embarcación iban más de 11», pero dijo desconocer su número exacto hasta que se complete el interrogatorio de los supervivientes, lo que tardará unos días.
La información sobre las víctimas trascendió de fuentes policiales, después de que los indocumentados fueran requeridos para ofrecer datos sobre su procedencia, con el objeto de ser enviados a un centro de internamiento a la espera de ser repatriados. Entre los sin papeles hay cuatro menores de edad, que fueron desviados a un centro de acogida de la comunidad autónoma.
La Policía Nacional trata ahora de confirmar la desaparición de esas 20 personas que los supervivientes aseguran iban en la lancha siniestrada.
Los inmigrantes fueron atendidos tras su llegada a puerto por personal del Servicio de Urgencias Canario y de Cruz Roja, que no advirtieron que sufrieran problemas significativos de salud.
Según indicaron fuentes de Cruz Roja, algunos de los inmigrantes presentaban quemaduras y rozaduras, pero no fue necesario el traslado de ninguno a un centro sanitario.
Mientras la tragedia se sigue cebando con los sin papeles, Interior informó ayer de nuevos cambios de ruta por parte de las mafias que trafican con inmigrantes, que salen ahora desde Gambia y el norte de Guinea – Bissau en dirección al oeste. Tras alejarse 200 millas de la costa, cambian el rumbo hacia el norte y pasan cerca de aguas territoriales de Cabo Verde, según explicó ayer el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, durante su comparecencia en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados.
Camachó afirmó que el número de pasajeros que embarcan en los cayucos se ha reducido para dejar espacio a las provisiones de combustible y añadió que las mafias «se adaptan rápidamente para sortear todos los sistemas de vigilancia», informa Efe.
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