EL PERIÓDICO
MADRID

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en el Senado que la presión migratoria “está bajando” dado que en la última semana ha llegado “solo un cayuco al día” a las costas españolas, frente a las numerosas embarcaciones que llegaban en verano. El ministro no explicó si este descenso se debe a que el tiempo ha empeorado, lo que dificulta la travesía en cayuco, o a que el mensaje lanzado una y otra vez por el Gobierno, de que repatriará a los inmigrantes ilegales, ha calado entre los africanos que desean llegar a España.
A pesar de la afirmación del ministro, ayer llegaron dos cayucos a las costas canarias. Uno arribó de madrugada al sur de Tenerife, con 52 sin papeles y otro fue localizado a última hora de la tarde en Fuerteventura, con una treintena de inmigrantes. Asimismo, Rubalcaba negó que los centros de internamiento de las islas estén saturados. Según sus datos, se encuentran al 92% de su capacidad.

NEGATIVA A LA REPATRIACIÓN
Después de su intervención en el Senado, Rubalcaba se reunió con su homólogo de Guinea Bissau, Ernesto Carvalho, y acordaron que España donará medios técnicos y formará a los policías de este país para que puedan controlar mejor sus fronteras, de las que ahora parten la mayoría de los cayucos.
Rubalcaba no logró que Carvalho aceptara que los guineanos sean repatriados. La nota difundida por Interior solo indica que ambos juzgaron “imprescindible repatriar con rapidez a quienes llegan de forma ilegal” y se mostraron dispuestos a que continúen las relaciones bilaterales.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció ayer que la próxima semana negociará con Gambia, Guinea Conakry y Senegal convenios de readmisión de “segunda generación”, que estarán vinculados a la cooperación al desarrollo, judicial y de control de fronteras.