JOSÉ CARLOS GARCÍA/CEUTA
En el CETI permanecen acogidos hasta 723 inmigrantes , 211 más que la capacidad que marca el centro del Jaral. Esta sobreocupación – del 41 por ciento – haría que cada en cada dos camas dormirían tres ‘sin papeles’ si no fuera porque la Delegación ha habilitado diversas aulas del centro con literas.

La cifra exacta la ha confirmado la Confederación Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). La ONG no se muestra preocupada en exceso a pesar de todo porque las aulas habilitadas para habitación no impiden que los inmigrantes sigan recibiendo formación básica como alfabetización y diversos cursos.

De momento, la Delegación del Gobierno no tiene en sus planes abrir el centro de San Antonio a pesar de los 97.000 euros que invirtió, a través de una subvención a la Iglesia, en habilitarlo para que pudiera acoger a 30 inmigrantes más en caso de necesidad. El propio delegado del Gobierno habló en su día de 700 como el número máximo a partir del cual el CETI empezaría a tener problemas y el director provincial de Trabajo rebajó esa cifra hasta los 650, pero el centro gubernativo teme tener dificultades una vez abierto San Antonio para dar marcha atrás y cerrarlo. Ahora el límite se desconoce, pero lo que sí se sabe es que se estudiará dar salida a centros peninsulares a los inmigrantes que reúnan condiciones de especial vulnerabilidad. Madres con hijos y familias al completo tendrían prioridad absoluta. Esa decisión podría adoptarse hoy mismo en la comisión de inmigración que se reunirá en la Delegación del Gobierno para analizar la situación generada por el goteo constante de entradas.

CEAR ha confirmado a que la Delegación está intentando desocupar el CETI y trasladar inmigrantes por todas las vías, pero que la situación que vive Canarias complica cualquier maniobra.

El colegio de San Antonio abrió de nuevo sus puertas el 7 de agosto pasado tras haber sido reformado. Además de servir como lugar de acogida, es también un centro de asistencia para cualquier extranjero que resida en Ceuta.