Y no le dio vergüenza

«Qué barbaridad plantear en el Parlamento español que la Comunidad canaria es de las que menos aporta al desarrollo africano»

Canarias 7, 04-10-2006

Cristina Valido García / Consejera de Asuntos Sociales del Cabildo de Tenerife

No salgo todavía de mí asombro al recordar las declaraciones en las que la vicepresidenta del Gobierno español utilizó como arma arrojadiza la aportación del Gobierno de Canarias al desarrollo de África. Esto, además, en un debate en el que el asunto no venía siquiera a cuento. Porque si el Gobierno de Canarias es la comunidad número 15, tal y como se jactó en recordar, en la aportación de fondos al desarrollo africano, lo es sin tener en cuenta el aporte a programas de desarrollo que lideran los cabildos insulares, cantidades muy importantes ajenas al presupuesto de la administración autonómica.

Lo es porque no se tiene en cuenta el coste que la continua llegada de inmigrantes a la islas supone para ellas, y porque además no se tiene en cuenta que este total, invertido proporcionalmente a nuestro territorio y habitantes, nos colocarían mucho más cerca de la cabeza de los «tan buenos cooperadores» para vergüenza de algunas comunidades de altísimas y privilegiadas posibilidades económicas lideradas por el PSOE.

Utilizar el ranking de los que más cooperan sin mayor consideración ni proporcionalidad a los recursos que cada comunidad tiene, de una manera tan simplista y absurda , ha sido un juego demagógico de mal gusto y hasta doloroso a estas alturas, momento en el que lo que necesitamos escuchar son propuestas de acción inmediatas.

Supongo que una mujer sobradamente preparada y presidenta del Gobierno de facto, también comete errores y pierde los nervios. Por ser precisamente ella la primera en ponerse al frente del problema y la primera en dar la cara, ante la figura de un Zapatero siempre ausente en los temas importantes, puesto sólo para la foto y capaz de acercarse a la situación canaria en el viaje más relámpago que se recuerda (viaje que casualmente precedía su estancia vacacional en Lanzarote. Debió entonces decirle doña María Teresa «…Oye, que no te queda otro remedio si quieres ir allí de vacaciones…; que te prometo que lo hacemos en dos horas y te vas…; que llevan mucho tiempo esperando…; que te recuerdo que el presidente del Gobierno eres tú y que me estoy cansando de hacerte el trabajo…»), quiero entender que a estas alturas habrá reconsiderado sus acusaciones de insolidaridad a una tierra que está dando un gran ejemplo.

En cualquier caso, hasta es posible que no sepa doña Teresa que, hasta ayer, éramos territorio receptor de fondos de cooperación de la Unión Europea y que, aunque el progreso y el desarrollo de Canarias nos haya ido sacando de esa penosa situación, aún hay sectores que necesitan seguir siendo subsidiados por la misma.

Qué barbaridad plantear en el Parlamento español que la comunidad canaria es de las que menos aporta al desarrollo africano, en cualquier caso estaríamos hablando del chocolate del loro, lo que Canarias pueda aportar incrementado esa inversión lo que se quiera, no soluciona el problema de los que nos llegan cada día jugándose la vida.

Si la propia Unión Europea se atrevió a anunciar la ridícula cantidad de dos millones de euros hace unos meses como aportación al problema, después de años advirtiendo la situación, una cantidad que está incluso por debajo de lo que «sólo» el Cabildo de Tenerife ha dedicado a este drama en lo que va de año, no resulta desde luego oportuna ni acertada la argumentación.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)