Polémica por el intento de reconducir a los «Latin King» hacia el asociacionismo

ABC, 04-10-2006

M. J. ÁLVAREZ

MADRID. Falta de entendimiento. Así puede resumirse la primera reunión auspiciada por el Defensor del Menor Pedro Núñez Morgades con el fin de atajar la actividad delictiva y la violencia protagonizada por las bandas latinas. ¿Cómo? Tratando de ver si la experiencia de Cataluña, en donde los «Latin King» han constituido una asociación cultural – legalmente reconocida y en funcionamiento desde hace dos meses – y los «Ñetas» están ultimando el proceso es exportable a Madrid.

A la cita estaban convocados portavoces de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, del Consejo de la Juventud, de la Delegación del Gobierno – que tiene un grupo de trabajo a tal efecto – , de la Fiscalía del Menor, así como expertos en esta problemática venidos desde el otro lado del océano. De primera mano iban a conocer la experiencia de la presidenta de la organización de los Reyes y Reinas Latinos catalanes, Erika Jaramillo, conocida como «Queen Melody», en cuyo seno han evitado que 240 chavales caigan en el mundo del delito por su desarraigo y exclusión.

El comunicado del Gobierno regional, explicando que no iba a «legalizar bandas organizadas como los Latin – reconocida como tal por los tribunales y con delitos – , y que, por tanto, no asistiría a la reunión» fue el origen del desencuentro. Como se recordará desde abril pasado se les considera asociación ilícita.

«Nunca se ha pensado en legalizar a quienes hayan delinquido ni a los violentos como los Latin o los Ñetas, sino de dar salida a los jóvenes que, por su situación de desarraigo y no inserción pueden ser presas fáciles de este tipo de grupos», recalcó Morgades. Añadió que se trata de apostar por otros cauces alternativos de expresión de sus ideales, basados en el asociacionismo cultural y juvenil, aprovechando el momento actual, con los cabecillas en prisión gracias a la actuación policial, con el fin de que no se reorganicen y no recluten a más miembros. De ahí que subrayase que el objetivo final es la integración, con medidas educativas, sociales y culturales.

Las diferencias entre los «latin king» catalanes y los madrileños salieron a relucir. Los cuatro asesinatos y numerosos altercados en lay peleas en centros escolares y parques madrileños, frente al único crimen cometido en Barcelona parecen jugar en contra. «Es un primer paso. No podemos dilapidar la experiencia catalana. Hay que hacer un esfuerzo de entendimiento», subrayó Juan Martínez, presidente del Consejo de la Juventud.

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