M2 / LATIN KINGS
En busca de pandilleros no violentos
Quieren ser la alternativa a los problemas que sufren los jóvenes latinos. Tienen sus ideales, su cultura y un mensaje claro: «Rechazamos la violencia». Ayer, la presidenta de la asociación cultural que se creó en Cataluña contó su experiencia en la sede del Defensor del Menor. La Comunidad se negó a participar
El Mundo, 04-10-2006CARMEN SERNA
María es el nombre de una chica chilena recién llegada a España. Pertenece a lo que llamamos una familia desestructurada. En sus primeros días sufrió un fuerte accidente de tráfico en Barcelona. Sólo tiene 16 años y en el hospital, entre llantos, llama desesperadamente a su mamá. Pero la primera vez que se abre la puerta de su habitación no aparece la silueta cansada de su madre sino un Latin King.
La historia de María es tan real como falso su nombre pero los responsables juveniles insisten en que la sociedad está llena de Marías. «Jóvenes como esta chica son el caldo de cultivo para que las bandas violentas capten a integrantes. Lo que estamos haciendo es una llamada de atención para que no escuchen esos cantos de sirena y se integren en la sociedad a través de un cauce legal. Vamos a estudiar la experiencia de Barcelona para ver si se puede trasladar a la capital. Sólo la oportunidad de escuchar y ver merece la pena», insistía ayer el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, tras la reunión con Erika Jaramillo, la presidenta de la asociación cultural Reyes y Reinas Latinos que se conformó hace unos meses en Cataluña.
Claro que el defensor ya sabía que la Comunidad de Madrid se negó incluso a escuchar a la presidenta y a conocer cómo ha funcionado la experiencia. La razón para ni siquiera participar en una reunión de trabajo es «que en ningún momento se ha planteado legalizar estas bandas por dos cuestiones fundamentales. La primera por ser una banda que ha cometido delitos dentro de nuestra región y segundo, por los tribunales de Justicia se plantea reconocer estas bandas como bandas organizadas», rezaba un comunicado de la Consejería de Justicia.
Entre los presentes, nadie entendía ayer la postura de la Comunidad. IU y PSOE criticaron que no dedique ni una hora a estudiar una fórmula que podría ser exitosa, o no. El defensor del Menor prefiere echarse la culpa de este desencuentro: «Supongo que seré yo quien no se ha explicado bien. No queremos legalizar a los delincuentes, queremos servir de lugar de encuentro para ver si es posible dar a estos jóvenes cauces de expresión. Ahora es el momento porque las bandas están descabezadas gracias a las actuaciones policiales. Pero también hay que tener en cuenta que el artículo 25 de la Constitución habla de la reinserción de los delincuentes por el bien de la sociedad», asegura Núñez Morgades quien como gesto evitó ayer la participación en la reunión de una Latin Queen imputada por la Justicia y con causas pendientes.
«En Cataluña, no hay ni un sólo miembro de la asociación que tenga causas pendientes con la Justicia», deja claro Erika Jaramillo a la primera pregunta de los periodistas. E insisten una y otra vez en que la iniciativa de crear una asociación cultural Latin Kings en Madrid no busca legalizar a los que delinquen sino crear una alternativa legal para cortar los caminos que llevan a muchos jóvenes a entrar en estas bandas y a acabar siendo violentos en potencia. Son conscientes de los reparos que, en principio, puede provocar esta iniciativa pero alegan a la responsabilidad de las administraciones y a la necesidad de buscar una solución a un problema cada vez más importante en las grandes ciudades. «Estamos ante una oportunidad para sentar las bases de la segunda y la tercera generación de personas que han llegado de otro sitio. Francia es un ejemplo de mala gestión por eso no importa que sea una medida polémica porque el conflicto de ahora puede ser la solución de mañana», explicó Javier García de la Federación de Entidades Latinoamericanas en Cataluña.
En Barcelona, los portavoces culturales de los Latin Kings estuvieron dialogando con Comunidad y Ayuntamiento casi un año y medio. «Ahora colaboramos con todas las fuerzas de seguridad y con las distintas administraciones. Tenemos talleres de formación, actividades culturales, exposiciones, una asamblea…», asegura Erika Jaramillo o Melody, como se la conoce en el ámbito musical.
Quieren ser la cara más conocida de los latinos y que no se criminalice a cualquiera que lleva unos pantalones anchos, que se sienta en un parque o que es suramericano: «Somos Latin y rechazamos la violencia. No estamos de acuerdo con las peleas. Todo lo que esté al margen de la Ley queda excluido de nuestra asociación», vuelven a responder.
El defensor del Menor, la Delegación del Gobierno y los representantes policiales municipales aseguran que se está viviendo una situación de máxima violencia en la región con este tipo de grupos y que la realidad exige que se habiliten nuevas medidas para cortar la fuerza de estos grupos: «Medidas preventivas, educativas, una alternativa a jóvenes latinos que comparten una misma problemática».
Medidas nuevas pero sin obligar a estos jóvenes a perder sus signos de identidad o una forma de actuación grupal que les permite mantenerse en la sociedad española. «Muchos ya venimos asociados a los Latin Kings o Queens desde nuestros países. Como yo», asegura Erika.
Núñez Morgades pone a disposición de quien quiera oírlo su experiencia como defensor de muchos de estos menores: «Nuestra sociedad está lejos de la integración. Cada vez llegan más jóvenes traídos por sus padres, sin arraigo, que se encuentran solos y que no tienen cauces para participar. Su único recurso, a veces, es escuchar el canto de sirena de las bandas».
En la Comunidad de Madrid hay unos 2.000 jóvenes vinculados a bandas latinas. En tres años, la Policía ha detenido a unos 300, los mismos que han conformado la asociación cultural en Cataluña cuyo lema principal es la no violencia y el respeto a los derechos humanos. Además, hay identificados como miembros de bandas cerca de 1.200.
«En otros países como Estados Unidos, después de años de problemas con las bandas ya se está optando por formar asociaciones culturales para agrupas a los jóvenes latinos. Porque los violentos son una pequeña parte, no somos todos», asegura Erika Jaramilla.
El defensor del Menor es consciente de la necesidad de buscar nuevas formas de actuación ante fenómenos nuevos. «Entendimos que esta reunión era positiva para estudiar el caso de Barcelona, que no tiene porqué coincidir con lo que ocurre en Madrid». Pero con la Comunidad de Madrid cerrada a la posibilidad de crear una asociación pacífica y cultural, la iniciativa no tiene mucho recorrido. Aún así, Nuñez Morgades va a llevar el debate a la comisión que existe al respecto en la Delegación de Gobierno.
(Puede haber caducado)