EL RETO DE LA INMIGRACIÓN

Cinco heridos en el asalto a la valla de Melilla

Los inmigrantes lo intentan otra vez por Melilla. Ayer se registró el tercer intento de saltar la valla en el año, con cinco heridos leves

La Vanguardia, 03-10-2006

JOSÉ BEJARANO – Sevilla
Justo un año después de los graves sucesos ocurridos en las fronteras de Ceuta y Melilla, la madrugada de ayer se registró un nuevo salto en esta última ciudad, tercero desde el 3 de julio pasado. Esta vez participaron unos 40 subsaharianos, de los que cinco sufrieron heridas leves por arañazos con la alambrada de púas y contusiones. Los cinco heridos fueron atendidos en el hospital de Melilla y en un centro de salud. Después fueron trasladados al CETI. Los otros 35 no lograron traspasar la doble valla y fueron detenidos por agentes fronterizos marroquíes.

Desde los sucesos del 2005, en los que al menos 14 inmigrantes perdieron la vida y decenas resultaron heridos, no ha dejado de haber pequeños asentamientos de subsaharianos en las cercanías de Melilla y conatos de saltos aislados. El de ayer es el tercero que se registra este año. El 3 de julio hubo tres muertos en esa misma frontera, lo que no impidió que otro grupo lo intentara el día 21 del mismo mes. Lo que inquietaba ayer no era el número de los que trataron de alcanzar Melilla, sino la coincidencia de las fechas y el rebrote del fenómeno de las pateras en el estrecho de Gibraltar, que coincide con el cierre del flujo de cayucos en Canarias. El delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández, reconoció ayer que siempre existen grupos de inmigrantes en los bosques de Marruecos próximos a la frontera, aunque matizó que ahora la presión para saltar la valla es muy inferior a la de otros momentos. Por su parte, la Delegación del Gobierno en Ceuta informó ayer de que no tiene constancia de la presencia de grupos de subsaharianos tratando de saltar la frontera en esta zona, menos boscosa que en Melilla.

En esta ocasión, los inmigrantes que intentaron alcanzar Melilla no utilizaron escaleras, como el año pasado, sino cuerdas para sortear la distancia de dos metros y medio que separa las vallas. Varios quedaron enganchados en las alambradas con púas y tuvieron que ser rescatados ensangrentados por los agentes.

El sistema de alambradas, conocida en el argot como “sirga tridimensional”, que empezó a ser instalado en los perímetros fronterizos a raíz de los saltos del 2005, todavía no está completado, aunque ya “cumple su objetivo”, según Fernández. Los inmigrantes actuaron en muy poco tiempo, de madrugada, para coger por sorpresa a los agentes de ambos lados de la frontera.

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