No hacer

La Vanguardia, 03-10-2006

Miquel Roca i Junyent

NOS ACERCAMOS a horas muy incómodas y a decisiones que no gustan
En Estados Unidos van a construir un muro de mil doscientos kilómetros, en la frontera con México, para evitar o dificultar la inmigración ilegal. No ha sido la Administración Bush la promotora de la idea; en este caso, una abrumadora mayoría del Senado, con demócratas y republicanos de común acuerdo, son los que han decidido y casi impuesto la medida.

La más importante reacción en contra ha sido la de México. Sus autoridades se han quejado amargamente de la decisión norteamericana. Apelan al carácter vejatorio y discriminatorio de la medida, en términos parecidos a los que muchos estados africanos se quejan de las limitaciones que los países europeos están imponiendo para frenar la inmigración clandestina. El derecho a emigrar se contrapone así al derecho de limitar la inmigración. Los países emisores defienden con más entusiasmo el derecho de sus ciudadanos a emigrar a otros países que los países receptores su derecho a controlar el acceso de los emigrantes. Los países emisores está claro que quieren ayudar a facilitar la emigración; para los países receptores la cuestión es más complicada y no toda la opinión pública lo ve igual.

En este debate los países receptores tienen las de perder. Para los emisores no hay dudas: impotentes para garantizar el desarrollo de su economía, optan por ayudar a sus ciudadanos en el camino de la emigración.

En España ya lo hizo el los difíciles años de la posguerra. de los países pobres, el problema como suyo; es el mundo desarrollado resolverlo. receptores, la inmigración divide pública. Ahora, ante la magnitud se la mira con recelo; se la percibe amenaza. Pero la conciencia colectiva, de solidaridad, no desea enfrentarse problema con medidas aparatosas Nos gustaría que todo fuera se notara.No se quiere tener la ser responsables del drama humano en el alud migratorio que hoy mundo. muy difícil. El problema ya no se se note.Por tanto, nos acercamos muy incómodas y a decisiones que Sarkozy ya ha aceptado el riesgo en muro de Estados Unidos en la frontera con México es otra prueba. Entre tanto, aquí nos sumamos a las críticas contra estas decisiones, pero sin tomar otras alternativas.

El no hacer es la peor política.

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