ALREDEDOR de cuarenta inmigrantes indocumentados intentaron en la mañana de ayer saltar el vallado fronterizo en Melilla y cinco de ellos resultaron heridos en el asalto, por lo que fueron atendidos «por razones humanitarias», según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla.

El asalto se produjo sobre las 6.40 horas y ninguno de los inmigrantes consiguió cruzar todo el entramado fronterizo, si bien el grupo intentó un segundo asalto al vallado, que fue abortado por las fuerzas policiales marroquíes.

Todos los heridos presentaban lesiones leves, explicaron desde la Delegación, que indicó que «este hecho no tiene nada que ver con el vivido en 2005» pese a que coincide con el aniversario de tal circunstancia.

Cabe recordar que en aquella ocasión 700 inmigrantes intentaron acceder al territorio estatal, algo que consiguieron 300 de ellos, en un suceso en el que se registraron varios heridos, algunos de ellos agentes de la Guardia Civil.

Los inmigrantes que protagonizaron este último intento de “salto” utilizaron un sistema diferente, dada la instalación de la sirga tridimensional. En esta ocasión se utilizó la técnica del “salto entre las dos vallas,” entre las que existe una distancia aproximada de 2,5 metros.

Supuestamente los inmigrantes pudieron utilizar escaleras en el lado marroquí, pero no así para cruzar el espacio que hay entre las dos vallas y en el que se encuentra instalada la sirga, para lo que se sirvieron de cuerdas y del propio impulso de un salto.

En opinión de las autoridades españolas, los inmigrantes han variado este sistema «porque eran conscientes de que si bajaban hacia el entramado de la sirga tendrían más dificultades para acceder a la tercera valla». Según estas mismas fuentes la sirga tridimensional, que todavía no se ha terminado de instalar, «cumple su objetivo», aunque matizaron que «siempre será objeto de revisión en algunos puntos que pensemos que pueden ser vulnerables».

El tercer intento del año

El asalto de ayer supone el tercero de este año en esa frontera, donde se vivió la situación dramática precitada finales del verano de 2005.

El último intento este año tuvo lugar el pasado 21 de julio, fecha en la que veintisiete subsaharianos fueron detenidos por tropas del Ejército marroquí, cuando intentaron saltar la valla fronteriza entre Marruecos y la ciudad melillense.

Días antes, el 3 de julio, otro asalto a la misma valla, protagonizado en esa ocasión por un grupo de entre cincuenta y setenta subsaharianos, se saldó con tres inmigrantes muertos, dos en territorio marroquí y otro en estatal.

La frontera de esta ciudad autónoma vivía una situación de calma desde el 29 de diciembre de 2005, fecha en la que se produjo la última avalancha de inmigrantes ilegales que cerró un año en el que se produjeron numerosos intentos masivos de entrar en el Estado, con el resultado de nueve víctimas mortales.

En otro orden de cosas, 240 inmigrantes senegaleses, repartidos en cuatro vuelos y acompañados por 75 agentes de la Policía Nacional fueron repatriados de Canarias en la jornada de ayer. A estos 240 hay que sumar otros 300 inmigrantes que se trasladaron a centros de retención en la península.

Durante el pasado mes se enviaron a la península 2.274 inmigrantes que llegaron de forma ilegal a Canarias. En lo que va de año se han trasladado a la península 11.677 inmigrantes, de los más de 27.000 que han llegado a las costas canarias.