C. SERNA
El Defensor del Menor convoca hoy una comisión técnica para analizar la asociación cultural que se ha creado en Cataluña como alternativa a las bandas violentas asentadas en Madrid El debate sobre la identidad cultural de los Reyes Latinos (Latin Kings) ha llegado a Madrid. Después de que en Cataluña se tomara la decisión de legalizarlos como asociación cultural, ahora la idea aterriza en la capital para, al menos, ver su oportunidad.

El objetivo es canalizar la vertiente cultural de este tipo de bandas urbanas, con un origen y un movimiento determinado, para intentar eliminar la parte más violenta que no sólo estigmatiza a estos menores sino que acaba captándolos como una especie de secta.

Para conocer en profundidad la experiencia de Barcelona, el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, ha convocado para hoy una reunión técnica de todas las administraciones (Comunidad, Ayuntamiento, Delegación del Gobierno y Fiscalía) para escuchar a la presidenta de esta organización cultural recién creada en Cataluña, Erika Jaramillo.

Medidas alternativas

«Es una propuesta que el grupo de trabajo, técnicos y no políticos, tiene que estudiar para poder elaborar una medida concreta a la comisión que creamos en la Delegación del Gobierno», explica Núñez Morgades.

El Defensor del Menor no quiere crear polémicas. Insiste en que no se trata de legalizar a las bandas que ahora están provocando actos delictivos sino de dar una salida a los jóvenes que, por su situación, pueden ser víctimas de estos grupos captores.

«Estamos ante una forma nueva de delincuencia, y ante situaciones nuevas donde no sólo caben medidas policiales, que se están produciendo y de forma muy eficaz hasta descabezar los movimientos, sino que tenemos que estudiar medidas culturales, educativas, sociales y judiciales», aclara Núñez Morgades.

En Madrid, se calcula que hay unos 2.000 jóvenes que podrían estar relacionados con los Latin Kings en sus diversas etapas. «No significa que todos están actuando de forma violenta pero sí están vinculados de alguna forma», explica el Defensor del Menor.

Más de la mitad de estos chicos que han hecho caso al reclamo de las bandas, concretamente el 60%, no ha cumplido todavía la mayoría de edad.

«Queremos estudiar la asociación que han creado en Barcelona como alternativa para aquellos jóvenes que tratan de reivindicar unos planteamientos diferentes, sean cuales sean, para que no vean que la única salida es adherirse a una banda de delincuentes sino que en la sociedad hay cauces de expresión por la vía legal», advierte Núñez Morgades.

Los responsables de la seguridad y salud de los menores son conscientes de la seductora llamada que suponen estas bandas latinas y de los obstáculos que encuentran los jóvenes inmigrantes recién llegados para integrarse en la sociedad madrileña.

Por eso, la oficina del Defensor del Menor trabaja desde hace tiempo en buscar alternativas que eviten los grupos cerrados o guetos: «Está claro que la integración es manifiestamente mejorable, que la xenofobia aumenta en nuestra sociedad y tenemos que crear, de alguna forma, tejido social conjunto. A la región, llegan cada vez más jóvenes suramericanos sin arraigo, reclamados por sus padres que ya llevan viviendo en España un tiempo y se encuentran con una sociedad donde sus planteamientos no son acogidos muchas veces. Es fácil que en esta situación pueden caer en esa trampa absoluta que supone el reclamo de la banda. Lo que tratamos de estudiar con este tipo de asociaciones culturales es mostrarle que hay planteamientos sociales alternativos».

La presidenta de la asociación en Barcelona explicará en la reunión qué expectativas ha generado su asociación, si se ha apuntado mucha gente, si puede ser una alternativa.