El director de la Agencia europea para el control de las fronteras exteriores, con sede en Varsovia, asegura que tan importante como mantener un buen presupuesto es lograr la voluntad de los Estados miembros para apoyar a los países en problemas.

«El dinero no resuelve los problemas en materia de control de fronteras»

Deia, 02-10-2006

Silvia Martínez Bruselas

A ILKKA LAITINEN (1962, Nurmes-Finlandia), director ejecutivo de la Agencia europea para el control de las fronteras exteriores (Frontex), no le gusta hablar de cifras. Opina que intentar cuantificar el número de personas que viven ilegalmente en la UE o las que intentan llegar a nuestro territorio es «peligroso» porque siguen siendo miles las que «el sistema no detecta». Sin embargo, reconoce que el hecho de que «sepamos que una cosa es difícil no es un argumento para evitar tomar medidas», como las que los Veinticinco, pese a las divergencias, intentan poner en marcha para frenar la llegada de “sin papeles”. Desde hace un año dirige un equipo de 68 personas para coordinar las operaciones de la UE y mejorar la permeabilidad de las fronteras exteriores.

Las estimaciones sobre inmigrantes ilegales detenidos, repatriados o rechazados en la frontera sugieren que el Estado español no es uno de los puntos más conflictivos.

Las cifras son siempre peligrosas. Pero si comparamos los datos de detenciones lo más chocante es que el 15% de todas ellas han tenido lugar en las fronteras y el 85% en la zona en la que las personas tienen libertad de movimientos. Esto sugiere un “modus operandis” muy concreto en términos de inmigración ilegal. Pone de manifiesto que las personas cruzan de forma legal y después empiezan a residir ilegalmente.

¿Cuál es el paso fronterizo que más dificultades crea en la Unión Europea desde el punto de vista migratorio?

Hay cuatro zonas: Mediterráneo y Canarias, los Balcanes Occidentales en relación con la trata de seres humanos, la zona Este de Europa Central, que es realmente muy difícil, y, la última, los aeropuertos internacionales más importantes en función de las conexiones de aviones que tienen. Estas cuatro áreas siguen siendo los puntos focales para las fronteras exteriores de la UE.

Pero, ¿Y el más difícil?

No hay una en concreto porque hay problemas en todas las zonas focales. Pero actualmente estamos creando un mecanismo que nos permitirá comparar estas regiones.

Frontex comenzó a trabajar hace un año en la gestión de las fronteras. ¿Qué balance hace?

Ha ocurrido lo que esperábamos. Sabíamos que iba a ser un trabajo difícil para establecer los procedimientos básicos, para calentar el motor de Varsovia, donde tenemos la sede. La cuestión es que no tuvimos ningún tiempo de preparación y nos enfrentamos a la verdad desde el principio.

Se imaginaban en enero de este año que la situación en Canarias podría llegar a ser tan difícil?

La situación ya se veía venir desde hace dos o tres años y no sólo en nuestros análisis de riesgo, que claramente identifican a Canarias como uno de los puntos focales en las fronteras exteriores de la UE. Lo que sí ha sido diferente respecto a las previsiones que teníamos es el volumen en el incremento de inmigrantes. Esperábamos un incremento pero no con un volumen tan elevado.

Si estaban al tanto de esta tendencia ¿Qué ha funcionado con tanta lentitud en Canarias?

La principal razón de haber tardado tanto en lanzar la operación fue simplemente que tuvimos que esperar un acuerdo bilateral entre España y Mauritania, y entre España y Senegal para comprometer a estos países a permitir que hubiera patrullas cerca de sus costas. Podríamos haber puesto en marcha las operaciones antes, pero en ese caso no hubiéramos estado seguros de poder entrar en aguas de Mauritania o Senegal. Siempre hay que considerar los pros y contras de empezar antes con una operación menos eficaz o permitirnos esperar unos días y lanzar una operación más efectiva.

Vistas las críticas, ¿Se ha sentido abandonado por los gobiernos?

En absoluto. Los Estados miembros, también España, conocen el papel de Frontex. Somos una agencia de coordinación. Coordinamos la cooperación que los Estados están dispuestos a dar. No tenemos nuestros propios barcos, nuestras flota. Simplemente dependemos de los recursos de los Estados miembros. Y, cuando se tiene en cuenta que Frontex lleva menos de un año como agencia de control de fronteras hay que decir que hemos conseguido resultados extremadamente buenos, incluida la operación conjunta de Canarias. Desde el punto de vista operativo es una operación de éxito.

Sin embargo, las discrepancias entre los Veinticinco siguen existiendo. El ministro germano del lander de Bavaria llegó a decir que la llegada de 25.000 personas al Estado español no eran demasiadas

Es un hecho que las 25.000 personas que han llegado a Canarias no es la cifra más elevada en las fronteras exteriores de la UE. Pero lo que hace dificil la situación son las circunstancias en las que estas personas se encuentran. Con largas travesías en el mar en botes.

Sin embargo, parece que el Consejo quiere reducir su presupuesto para 2007. ¿Podría ser peligroso para la continuidad de las operaciones?

Si fuera así de sencillo, si consigues más dinero tendrás menos problemas… Sin embargo, el dinero no resuelve los problemas en materia de control de fronteras. Hay dos cuestiones que son fundamentales para incrementar nuestros recursos. Para empezar, necesitamos tener en cuenta el desarrollo sostenible de la agencia de forma que si hay un incremento de dinero, los recursos humanos y otras capacidades de Frontex se desarrollen equilibradamente. Y, en segundo lugar, el punto crítico en una cooperación en seguridad fronteriza no es el dinero de la comunidad, del pequeñísimo presupuesto de Frontex, sino la voluntad de los Estados miembros de asistir a los países que están en problemas. Es compartir la carga de forma práctica. Si hay suficiente voluntad de participar en las operaciones conjuntas habrá dinero.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)