Muro en la frontera con México
Las Provincias, 01-10-2006El Congreso de Estados Unidos aprueba por mayoría levantar una vallade 1.200 kilómetros a lo largo del límite con el país hispanoamericano La aprobación por el Congreso estadounidense de un muro fronterizo de unos 1.200 kilómetros para frenar la inmigración alegró ayer a los republicanos, suscitó críticas demócratas y enfureció al Gobierno mexicano, que escribió al presidente George W. Bush para que no firme la ley.
Con el apoyo de 80 de los 100 miembros, 26 de ellos demócratas, el Senado dio la noche del viernes el visto bueno definitivo a la construcción del polémico muro , 10 días después de que la Cámara de Representantes lo aceptara y horas antes del inicio de la campaña electoral por las legislativas de noviembre.
La ley es una victoria mayor para los esfuerzos de los republicanos por reforzar la frontera contra la entrada de ilegales, se congratuló John Boehner, jefe de la mayoría gubernamental en la Cámara de Representantes, poniendo de relieve su voluntad de sacar provecho electoral del asunto.
Con esta ley, cada centímetro de nuestra frontera va a estar defendida por una valla o bajo vigilancia electrónica, se felicitó Bill Frist, jefe de la mayoría republicana en el Senado, dejando fuera de su razonamiento a los 12.000 km. de frontera que Estados Unidos comparte con Canadá.
Varios demócratas criticaron la medida. Podemos construir el muro más alto del mundo, pero no arreglará nuestro sistema de inmigración que ha fracasado, replicó Harry Reid, jefe de la oposición demócrata en el Senado, quien exigió una reforma migratoria más amplia que abra el camino a la regularización de los cerca de 12 millones de indocumentados ya radicados en Estados Unidos.
Por su parte, el presidente del Partido Demócrata Howard Dean, tachó la decisión de construir el muro de error garrafal de política exterior y pronosticó que los hispanos se volcarán a favor de los demócratas en las próximas elecciones para darles la mayoría en el Congreso y obtener una reforma amplia. Entre los senadores que aprobaron el proyecto figuran personalidades como el republicano y cubano – estadounidense Mel Martínez (Florida) o la demócrata con aspiraciones presidenciales Hillary Clinton.
A pesar de aprobar el muro , los congresistas no garantizaron su financiación, al haber incluido en el presupuesto del Departamento de Seguridad Interior únicamente 1.200 los 6.000 millones de dólares que costaría su construcción.
La ley se encuentra ahora sobre el escritorio del presidente Bush, que ya anunció su intención de promulgarla, pese a que la medida aprobada por el Congreso no cumplió sus exigencias de lograr una reforma amplia, como lo había prometido hace casi tres años, al iniciar su campaña por la reelección.
El mandatario se convirtió en la última esperanza para el gobierno mexicano de Vicente Fox, un aliado de la Casa Blanca, para impedir la presencia de un muro en la tercera parte de su frontera con la primera economía mundial. El canciller mexicano Luis Ernesto Derbez anunció su intención de enviar una carta a Bush para pedirle que no firme la ley y explicar de manera respetuosa las razones por las que el Gobierno mexicano considera que no es la solución correcta.
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