“Este es el Gobierno del diálogo”

Las Provincias, 01-10-2006

La número dos del Ejecutivo de Zapatero es el miembro del Consejo de Ministros mejor valorado por los españoles Número dos del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, está en todos los frentes de la acción política, y resolviendo. La mujer que más alta responsabilidad ha ocupado en la historia política reciente, justifica con creces el cargo que, en principio, se atribuyó a la “cremallera”.


–Se ha convertido en el miembro del Gobierno mejor valorado, incluso se dice que usted sola es “el Gobierno” ¿A qué lo atribuye?

–Bueno, yo lo que creo es que represento y formo parte de un Gobierno que los ciudadanos ven que está cumpliendo con su palabra, que está llevando a cabo un impulso de modernización de la sociedad, que trabaja en equipo, que está pensando fundamentalmente en el bienestar de los ciudadanos.


– ¿Y qué piensa cuando oye que será la presidenta ideal, o la primera presidenta?


–Pues siento una enorme gratitud y una enorme responsabilidad. Creo que en estos momentos tenemos, y por mucho tiempo, un magnífico presidente del Gobierno, un presidente, quiero resaltar, que se dice feminista y que actúa como tal y que gracias a su compromiso con la igualdad hoy las mujeres tenemos una representación que es debida a su compromiso y debida a la historia de las mujeres.


–Incluso he oído que será la candidata ideal para el Ayuntamiento de Madrid si se pudiera prescindir de usted en el Ejecutivo.


–Esos son comentarios que yo agradezco mucho, porque son muy cariñosos. Creo que los ciudadanos son muy generosos. Todas estas palabras si sirven para algo es para incrementar mi responsabilidad, para estar a la altura de las circunstancias de ese enorme caudal de confianza que nos han dado y que nos siguen dando.


–¿Le ha ayudado la paridad?


–Enormemente. La paridad es un medio para alcanzar un fin, es el medio para alcanzar la igualdad, la igualdad real y efectiva, para eliminar la discriminación que durante siglos hemos venido padeciendo las mujeres. Hemos recorrido un largo camino pero todavía nos queda mucho trecho.


–¿Y cómo concilia?


–Pues ahora no concilio, ahora simplemente me dedico a los ciudadanos porque es un privilegio tener esta oportunidad y a ella dedico todo mi esfuerzo y todo mi tiempo.


–¿Cree que hay una manera femenina de ejercer el poder?


–Creo que las mujeres somos un 52% de la sociedad y por tanto es importante que en todos los ámbitos de la vida estemos, porque efectivamente desde la igualdad entre hombres y mujeres existe también la diferencia, y en esa diferencia, en la que nos hemos educado a lo largo de los siglos, es importante aportar una visión, una cultura diferente que nos enriquece a todos.


–Usted ha tratado de hacer visible lo femenino con gestos, como las famosas fotos del Vogue, la cena de mujeres en torno a Michelle Bachelet ¿Cree que han merecido la pena pagar el precio de las críticas?


–Las críticas en democracia son legítimas. Cuando se ejerce el poder la crítica hay que asumirla y tratar de aprender de ella, lo que ocurre es que, puesto que estamos en una sociedad que no ha superado su origen patriarcal, en muchas ocasiones las críticas rezuman o encierran una cierta misoginia, o un cierto sexismo. Entonces, desde esa perspectiva creo que lo que también ponen de manifiesto es que nos queda un largo camino por recorrer.


–La corriente llamada Nuevo feminismo cuestiona por paternalistas algunas de las medidas en materia de igualdad que el Gobierno ha adoptado. ¿Qué opina?


–El feminismo es un movimiento ilustrado reivindicativo que ha permitido a lo largo de la historia avanzar en las políticas de igualdad. Dentro del mismo existe también la diversidad, y por tanto son críticas que hay que respetar y están en el debate permanente de la historia del feminismo, del feminismo de la igualdad y del feminismo de la diferencia, en el que se lleva discutiendo desde hace mucho tiempo. Yo soy partidaria del feminismo de la igualdad.


–También estamos asistiendo a un cambio en el pensamiento de la izquierda, que usted está liderando, muy diferente a la tercera vía que parecía que era hasta ahora la última frontera.


–Yo siempre he dicho que la tercera vía en el socialismo español la hizo Felipe González, y que ahora estamos en una nueva etapa que está liderando el presidente Zapatero y que es la etapa que hemos venido a denominar “avanzar en la democracia de los ciudadanos”, la democracia de la ciudadanía, el pasar de una democracia representativa, que ya está garantizada, a una democracia más participativa, en donde el eje de toda acción política está en el ámbito de la ciudadanía.


–Ha habido, dentro de esta evolución, un llamativo cambio, muy reciente, en materia de inmigración, un tema que ha tensionado la última conferencia política del Partido Socialista, ¿es posible conciliar esa nueva dureza con flexibilidad?


–No ha habido cambios, no, yo es que no le admito la premisa. El Gobierno, hoy como Gobierno y antes como oposición, ha considerado que la inmigración es el reto, el desafío del presente y del futuro que tienen planteados todas las sociedades, sobre todo la inmigración en el mundo, en un mundo globalizado como el de hoy. Siempre hemos dicho que la inmigración es un tema de Estado, siempre hemos dicho que la inmigración es un tema complejo, y siempre hemos dicho que hay que aportar soluciones complejas a la inmigración derivadas de la complejidad que plantea el tema. Siempre hemos dicho que queremos una inmigración legal y ordenada, que la inmigración legal y ordenada crea riqueza, y que nosotros hemos pasado de ser una país de emigración a un país de inmigración, y que no olvidamos nuestra historia. Pero para tener una inmigración legal y ordenada hay que tener una política firme y definida de lucha contra la inmigración ilegal y ahí siempre hemos dicho lo mismo. Yo reto, porque permanentemente se está diciendo que hemos cambiado la política, a cualquier persona que analice mis declaraciones desde el primer día y verá que siempre he dicho que el que llega a España de forma ilegal antes o después sale.


–Su estilo político parece muy marcado por la intención de buscar soluciones y tender puentes ¿no?


–Yo creo que tratar de buscar soluciones, tratar de encontrar el punto de lo que nos une a todos como sociedad, como ciudadanos, como instituciones, no de lo que nos separa, es la función capital de un gobierno como al que pertenezco, que es el Gobierno del diálogo.


–El reciente acuerdo Iglesia – Estado, ¿cree que va a influir en la postura de la Iglesia en política, o en la vida pública?


– Yo creo que es un acuerdo muy importante, que sienta por primera vez durante mucho tiempo las bases en el camino, deseado por la Iglesia y deseado por el Estado, de la autofinanciación. Es un acuerdo que significa ni más ni menos que más autonomía e independencia en las fuentes de financiación de la Iglesia, que va a depender fundamentalmente o exclusivamente de la voluntad expresa de los fieles; que avanza en el camino de la Iglesia de la igualdad, en el sentido de someterse a pagar y renunciar a privilegios, o a pagar el IVA como todos los ciudadanos.

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