El sur de la UE propone frenar la salida de clandestinos en las fronteras africanas
ABC, 30-09-2006PABLO MINGOTE
MADRID. Reforzar el patrullaje y realizarlo en las áreas lo más cercanas posible a las zonas de salida de inmigrantes ; mejorar los sistemas de vigilancia electrónica; adecuar el derecho marítimo internacional a la realidad de la frontera marítima; compartir información y acelerar la toma de datos biométricos; el reparto de los menores por todos los Estados miembros, y refuerzo de las capacidades operativas, presupuestarias y de personal del Frontex. Estas son las principales consideraciones que hicieron ayer los ministros de Exteriores e Interior de los países mediterráneos de la UE. Unos puntos que, a modo de reclamación, elevarán a las instituciones europeas para hacer más efectiva la lucha contra la entrada de irregulares y serán presentados en el próximo Consejo de Lahtí.
Los mandatarios consideran que se trata de un «grave problema» que no sólo afecta a los países por los que entra la inmigración, sino que es un fenómeno que concierne a todos los 25 Estados miembros. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, recordó que «no hablamos de la frontera exterior española, italiana, francesa…, hablamos de la frontera europea».
El máximo responsable de la diplomacia española también destacó la idea de que «hay que estar en las fronteras africanas », ya que la solución del problema no pasa únicamente por los países de destino. En el mismo sentido, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, recordó la necesidad de realizar inversiones en los países a través de programas como el de «buen gobierno» – ayudar al desarrollo de la democracia, para lo que la UE dispone de un presupuesto de 3.000 millones de euros – , en definitiva, mejorar las condiciones de vida de las personas que escapan de una situación desesperada.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sacó a colación en el capítulo de las repatriaciones, una cuestión compleja: la necesidad «de hacerlas juntos». Además, Rubalcaba declaró que «las repatriaciones son fundamentales ante el mensaje de las mafias de «si llegáis a España os quedáis allí»». La política de repatriación debe ser efectiva y terminar con esa idea. Esa línea de actuación la definió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, como que «no se trata de intentar excluir a nadie de nuestro Estado del Bienestar, sino de proteger a todos de un fenómeno que a nadie beneficia». Otro de los conceptos que se manejó de forma recurrente a lo largo del encuentro fue el de la efectividad. Así, De la Vega aseguró que «ahora hace falta que tomemos medidas efectivas», para lo que pidió el compromiso de todos los europeos.
«Nuevo concepto de frontera»
La idea fundamental en torno a la que giró toda la jornada fue el de la frontera marítima. Un límite territorial que, según Moratinos, es «un nuevo concepto de frontera exterior que hasta ahora no ha sido estudiado en profundidad». La presidencia finlandesa de la UE está muy interesada en que se desarrolle este concepto, que resulta complejo porque carece de contornos precisos y es la que utiliza gran parte de la inmigración ilegal. La frontera marítima exige de una vigilancia más allá de la estricta línea fronteriza, requiere de medios muy costosos para su control y patrullaje, existe la obligación de búsqueda y rescate de los náufragos y presenta la gran dificultad de identificar a los inmigrantes irregulares, que en la mayoría de los casos no llevan documentación, algo en la que la práctica totalidad de los «sin papeles» basa sus posibilidades de éxito debido a la casi imposibilidad de identificación por parte de los Estados europeos a los que llegan.
Reforzar Frontex
Entre las propuestas que los ministros de los países mediterráneos llevarán a Lahtí, destaca el refuerzo de la coordinación operativa de los Estados miembros de la UE entre sí y con Frontex en la citada frontera marítima, mediante la creación de una Red Europea de Patrullas Costeras y la realización de patrullas conjuntas, en especial con los países de origen de los inmigrantes .
El documento consensuado que todos los Estados del Mediterráneo llevarán al próximo Consejo informal afirma que Frontex «debería tener un carácter más operativo, disponer de más presupuesto para financiar las operaciones y reforzar su capacidad de coordinación». Es decir, para resolver el problema se necesita más dotación económica.
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