Se fugaron porque su deseo es trabajar. Llegaron a bordo de cayucos, durante este año, en busca de un trabajo en Europa, pero su sueño no se ha cumplido porque sólo les dejan estudiar. Un total de 109 inmigrantes menores abandonó ayer durante unas horas la Escuela Hogar de La Esperanza, de Tenerife, tras un enfrentamiento verbal con el personal educativo. Así manifestaron su protesta y plantaron cara al Gobierno canario, institución que les tutela, «porque no pueden trabajar».

El director del Menor y la Familia del Ejecutivo regional, José Luis Arregui, aseguró que tras el plante los niños volvieron a sus actividades habituales, coincidiendo con la hora de la comida. «Es una cuestión que se viene repitiendo y de la que se ha informado constantemente, puesto que son niños que vienen engañados, que sufren una doble explotación. Son víctimas de las mafias que están traficando con personas y niños que sufren esa situación como niños que son», dice el director del Menor.

En este sentido, según Arregui, los educadores están realizando «un trabajo intenso para informarles de que en Canarias no van a trabajar hasta que no tengan 18 años». Un conflicto que el director del Menor en las Islas califica de «tremendo y fuerte». «Esta mañana se enfadaron porque quieren trabajar, y los educadores les dijeron que no podía ser. Entonces, decidieron salir del centro. La mentalidad de ellos es venir a trabajar para enviar dinero a su familia, por lo que les estamos tratando de explicar que aquí las cosas son diferentes», insiste Arregui.

«Frustrados»

Niños «frustrados», bajo la tutela del Gobierno canario, que pueden salir cuando quieran del centro que les acoge, según Arregui, «porque no están detenidos».

Se está desarrollando con ellos un proyecto educativo «que cuesta mucho realizar».

Mientras tanto, prácticamente una semana después de la violación a un menor en el centro de medidas judiciales de La Montañeta, la magistrada titular del juzgado de instrucción nº 8 de Las Palmas de Gran Canaria, Victoria Rosell, acordó ayer la prisión provisional sin fianza de Jonás Alfonso Bordón y José Miguel Rodríguez, por un delito de torturas, tentativa de agresión sexual, lesiones, detención ilegal y exhibicionismo ante menores de edad.

«Esta medida ha sido adoptada ante la gravedad de los hechos y para imposibilitar que víctima y supuestos agresores puedan coincidir en el mismo centro en que acaecieron los hechos», según confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.