De los documentos de reflexión, unánimemente respaldados ayer por los ocho países que conforman la frontera sur de la UE, se desprende un catálogo de demandas dirigidas al resto de los socios comunitarios que aspiran a convertirse en realidad a corto y medio plazo.

El objetivo es que las mismas sean la semilla de la futura política de inmigración común, aunque para empezar sólo pretendan dar solución a los problemas que plantea la llegada masiva de inmigrantes por mar.

Así, se propone que el patrullaje marítimo se haga en áreas lo más cercanas posibles a las zonas de salida de cayucos, a fin de permitir su detección y rápida devolución. Para ello, se requiere de un mecanismo de cooperación con el país de salida. Si éste no existe, las patrullas se harán en aguas no jurisdiccionales anejas a las del país en cuestión.

En segundo lugar, la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) debería establecer una lista común de países prioritarios para la firma de acuerdos de cooperación, similares a los que se están llevando a cabo con países fronterizos terrestres. Además, Frontex debería tener un mandato para empezar a negociarlos.

El tercer punto hace referencia a la necesidad de acordar un protocolo europeo de activación, mando y actuación para la puesta en marcha de un patrullaje europeo conjunto.

Además, se plantea la necesidad de elaborar un catálogo de recursos humanos y materiales (medios marítimos y aéreos de vigilancia) que los países de la UE pueden poner a disposición de las operaciones de patrullaje según sean necesarios.

También se reclama un estudio sobre las posibilidades de emplear de forma conjunta medios civiles y militares de los estados miembros.

Se pide igualmente que el Consejo Europeo apruebe el despliegue de un sistema europeo de vigilancia electrónica marítima que debería iniciarse, en una primera fase, en las zonas de alto riesgo, (Mediterráneo y costa atlántica de Africa occidental).

Los ocho proponen también introducir cambios en el derecho marítimo internacional regional, a fin de garantizar el respeto por parte de todos los países de los convenios de auxilio y salvamento en el mar.

Se apuesta, además, por organizar y coordinar la solidaridad y apoyo europeos para las actividades sanitarias, sociales y asistenciales que exige la acogida de inmigrantes.

Adicionalmente, se plantea la conveniencia de implantar el sistema de toma de datos biométricos que deberían incluirse en una base informática común.

Por último, se insta a la UE a asegurar el cumplimiento de las obligaciones internacionales firmadas por los países de origen, así como a apoyar a los estados miembros cuando exijan el cumplimiento de los acuerdos que hayan firmado bilateralmente con países terceros.