Los países del sur de la UE acuerdan no realizar regularizaciones masivas de inmigrantes

reclaman una red europea de patrullas costeras y apoyo en la acogida de irregulares

Diario de noticias de Gipuzkoa, 30-09-2006

La cumbre de Madrid, protagonizada por Sarkozy, pide una política migratoria común con más fondos y repatriaciones La cumbre de Madrid, protagonizada por Sarkozy, pide una política migratoria común con más fondos y repatriaciones

madrid. España defendió ayer ante sus socios europeos del Mediterráneo los motivos que le llevaron a realizar una regularización de inmigrantes en situación irregular el pasado año, dejando claro que aquella iniciativa no fue masiva y apoyando a partir de ahora una reflexión a nivel europeo para futuros casos en países de la zona Schengen.

Los ocho países acordaron pedir al conjunto de la Unión la creación de una Red Europea de Patrullas Costeras, con equipos mixtos que incluyan a los países de origen de la inmigración, y reclamar su ayuda para la acogida y asistencia de los irregulares que llegan a sus costas.

Los socios mediterráneos acordaron un documento con propuestas concretas que trasladarán al resto de países en las próximas reuniones de ministros europeos y en la Cumbre europea informal de Lahti, para que sirva de base en las discusiones sobre una política común de inmigración. En esos foros reclamarán que se refuerce el presupuesto destinado a la política migratoria y que se fortalezcan las capacidades financieras y operativas de Frontex, que debería contar con un catálogo de recursos y equipos aéreos y marítimos de los estados miembros para afrontar operaciones conjuntas.

En la reunión, encabezada por los ministros españoles de Interior y de Asuntos Exteriores, Alfredo Pérez Rubalcaba y Miguel Ángel Moratinos, participaron también el vicepresidente de la Comisión Europea Franco Frattini, la comisaria de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero Waldner, y los máximos responsables de Frontex y Europol.

sarkozy vs zapatero La estrella del encuentro fue, sin embargo, el titular francés de Interior, Nicolas Sarkozy, quien rechazó polemizar con España y atribuyó a un “malentendido” las últimas declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Su discurso se basó en la oposición total a las regularizaciones masivas y en el apoyo a las repatriaciones, porque, dijo, “la credibilidad de las leyes de inmigración pasa por la efectividad de la repatriación”.

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al inaugurar el encuentro, subrayó la necesidad de que se adopten “actuaciones operativas ya” en la UE y también apostó por una política de repatriación conjunta. Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, subrayó la necesidad de que todos los países de la UE asuman su “cuota de responsabilidad” en la lucha contra la inmigración ilegal y confió en alcanzar acuerdos antes de fin de año

No obstante, en el documento final sólo se recogió una petición a la UE para que asegure el cumplimiento de los convenios internacionales firmados por los países de origen, y para que apoye a los Estados miembros a la hora de hacer cumplir los acuerdos bilaterales.

Junto a la necesidad de incrementar el control de las fronteras marítimas con patrullas conjuntas y con el desarrollo de un sistema europeo de vigilancia electrónica, los ocho países apostaron por extender los equipos de intervención rápida a las tareas de acogida humanitaria.

reparto solidario de menores Por primera vez se incluyó una propuesta para estudiar “alguna fórmula de solidaridad europea” en la acogida de los menores inmigrantes no acompañados, para evitar el desbordamiento de los servicios asistenciales de los países miembros.

Respecto a las relaciones con terceros países, los estados de la frontera sur destacaron la necesidad de mantener una actuación “coordinada y conjunta” con los estados africanos de origen y tránsito de la inmigración y de potenciar la lucha contra las mafias, con operaciones policiales conjuntas. En ese contexto se incluye también la apuesta por promover patrullas conjuntas que deberían operar en áreas lo más cercanas posibles a las zonas de salida de las embarcaciones, lo que facilitaría su devolución al puerto más cercano.

Los ocho países subrayaron la especificidad de la frontera marítima y acordaron examinar el derecho marítimo internacional por si fuera necesario adaptarlo a la “nueva realidad” de la inmigración. >agencias

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