Tras las críticas de Zapatero a su política migratoria, el ministro francés exige hoy en Madrid prohibir las regularizaciones masivas

Sarkozy contraataca

La Vanguardia, 29-09-2006

JUAN CARLOS MERINO – Madrid
Nuestros relojes marcan la misma hora en el conjunto de los temas", declaró un sonriente Nicolas Sarkozy en julio del 2005 tras mantener una larga reunión en la Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero. A tenor de la carga de profundidad que el presidente del Gobierno español lanzó el pasado miércoles en el Congreso contra el ministro francés del Interior, y a las declaraciones de Sarkozy aparecidas ayer en Le Monde,es más que evidente que los relojes de ambos han dejado de marcar la misma hora, al menos en materia de inmigración. El diario galo adelantó que Sarkozy propondrá hoy en Madrid, en la prevista reunión con sus homólogos europeos, que la UE prohíba toda nueva regularización masiva de inmigrantes ilegales como punto clave de un gran pacto europeo en la materia.

Esta idea culmina las críticas que el ministro francés, y presidente de la conservadora UMP, hizo en Bruselas el pasado 8 de septiembre al proceso de regularización extraordinario acometido por el Gobierno español el año pasado, del que se acabaron beneficiando casi 578.000 personas. Con el anuncio de su pretensión, Sarkozy devuelve de paso el mandoble que Zapatero le mandó el día anterior, en respuesta a la enésima interpelación del presidente del PP, Mariano Rajoy, en la que le vino a acusar de ser el hazmerreír de Europa en este y en todos los demás asuntos. En su réplica a Rajoy, Zapatero le aseguró que no acepta lecciones políticas en esta materia por parte de los países y ministros que enumeró el líder del PP: Alemania, Austria, Holanda, Luxemburgo y Francia. Pero especificó que de quien menos las acepta es de Sarkozy, después de la violenta crisis que estalló en la periferia de París. Su política, dijo el presidente, no le conviene ni al Gobierno español ni a España.

La fricción entre Zapatero y Sarkozy, según fuentes gubernamentales, sólo pone en evidencia la discrepancia que existe entre el modelo socialista de integración y el modelo conservador de exclusión. Aunque ahonda también las discrepancias políticas y personales entre ambos. La distancia que Zapatero mantiene con Sarkozy es directamente proporcional a la sintonía que tiene con Ségolène Royal, la probable candidata socialista al Elíseo.

Royal – que considera “un cumplido” que la apoden Zapatera-también saca a relucir a Zapatero para atacar a Sarkozy. El pasado martes, la dirigente del PS francés aprovechó su visita a Dakar (en Senegal, donde nació) para criticar los programas de cooperación que Sarkozy acababa de firmar el sábado anterior con el país africano. El argumento de Royal fue sencillo: “España da mucho más dinero que Francia”. Sarkozy ha reconocido además como modelo a José María Aznar – en el 2004 le definió como “el camino que seguir en la vía de la unidad y modernización de la derecha y del éxito”- y fue la estrella internacional de la convención del PP de Rajoy el pasado marzo, igual que Royal lo fue de la conferencia política del PSOE de hace dos semanas.

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