Alarma política por los incidentes en Las Raíces
Nacionalistas y conservadores critican la «auténtica descoordinación» del Gobierno central
Canarias 7, 29-09-2006
Santa Cruz de Tenerife
Las organizaciones de Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) recibieron ayer con inquietud el conflicto que mantuvieron por unas horas la Policía Nacional y el Ejército en el campamento de Las Raíces (Tenerife), donde hay más de 3.300 inmigrantes en estos momentos.
Una «absoluta descoordinación» es lo que ven nacionalistas y conservadores en el conflicto que estuvo a punto de estallar entre agentes de la Policía Nacional y militares que se encargan de trasladar, unos, y de vigilar, los otros, a los inmigrantes que llegan de forma al acuartelamiento provisional de Las Raíces.
El portavoz del grupo parlamentario de Coalición Canaria (CC), José Miguel González, dijo ayer no entender qué es lo que puede ocurrir entre dos ministerios, como es el de Interior – del que depende el Cuerpo Nacional de Policía – y el de Defensa – bajo el cual está el Ejército – para que «ni siquiera hablen de qué hacer con unos inmigrantes». «Lo que se refleja con todo esto es que falta coordinación», añadió.
El diputado nacionalista especuló con que el Ministerio de Defensa «no debe de estar muy contento con la manera con la que se está afrontando el problema de la inmigración».
Para el portavoz del Partido Popular (PP) en el Parlamento, Jorge Rodríguez, «se trata de un incidente dentro de una serie de hechos como el de las fugas, que reflejan todos ellos una auténtica descoordinación y el tremendo berenjenal en el que nos ha metido el presidente José Luis Rodríguez Zapatero».
Caldera
Jorge Rodríguez insistió, una vez más, en que el Gobierno central «no está a la altura de las circunstancias, no sabe cómo afrontar el problema, no coordina los medios que tiene a su alcance y ha dispersado las competencias por los ministerios hasta acabar en el de Trabajo, cuyo titular – añadió – no se sabe dónde está».
Al respecto, el diputado conservador animó a Coalición Canaria a pedir el cese de Jesús Caldera, en vez de la «puesta en escena» que representa la polémica que mantienen los gobiernos central y autonómico a cuenta de la inmigración ilegal. Para José Miguel González, «no es el momento de pedir ceses, sino de ponerse a trabajar».
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