L. AYLLÓN

MADRID. El Gobierno quiere que la Unión Europea se dote de una Policía de Fronteras y de un servicio de Guardacostas para hacer frente a la inmigración clandestina que llega por mar. Esa será, según fuentes gubernamentales, una de las propuestas que hoy plantee a los otros siete países mediterráneos de la UE que participarán en la reunión destinada a buscar fórmulas para combatir la inmigración irregular.

En la reunión, promovida por España, está previsto que participen los ministros de Asuntos Exteriores y de Interior de los ocho países del sur de Europa, algunos de los cuales sufren más directamente las llegadas de inmigrantes de manera clandestina. Asimismo, participarán los comisarios europeos Franco Frattini y Benita Ferrero – Waldner y un representante de la presidencia europea, que ostenta Finlandia.

El objetivo del encuentro es presentar una serie de ideas que puedan servir a la Comisión Europea para presentar propuestas concretas en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE del próximo 5 de octubre y en la reunión informal de jefes de Estado y de Gobierno europeos del día 20 en Laathi (Finlandia).

Las autoridades españolas quieren que el resto de los socios de la Unión se movilicen en ayuda de los países que sufren la presión migratoria por mar, teniendo en cuenta que las fronteras marítimas ofrecen unas particularidades que no se dan en las terrestres o aéreas y que las hacen más difícil de controlar. En este sentido, abogan por un reforzamiento de los medios de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).