LAURA VILLENA, SERVICIO ESPECIAL.

BRUSELAS. El pleno del Parlamento europeo aprobó ayer una resolución en Estrasburgo que considera que las «regularizaciones masivas no son una solución a largo plazo», y abogó por el reparto de responsabilidades y costes entre los Estados miembros para abordar el problema de inmigración, al tiempo que denunciaba la falta de una «política de inmigración coherente» a nivel comunitario.

La resolución, propuesta por los grupos de izquierda y los liberales y aprobada con 295 votos a favor, 271 en contra y 14 abstenciones, aboga por actuar ante el «efecto salida» con proyectos de desarrollo en el país de origen para luchar contra sus crisis económicas, el empobrecimiento y otras causas que explican la inmigración, según el documento. La Eurocámara pidió que la política de inmigración de la UE incluya canales para la inmigraicón y alente la integración de los inmigrantes.

El texto incluye una enmienda del Partido Popular Europeo (PPE) en la que se afirma que los Estados miembros «tienen la obligación de consultar e informar a los otros Estados miembros» sobre sus medidas de regularización alegando que «toda decisión sobre la flexibilización de las disposiciones relativas a la inmigración en un país repercuten en los otros Estados miembros». No obstante, el Pleno rechazó previamente una resolución propuesta por el PPE, que pedía una «política firme de repatriación» y condenaba las regularizaciones extraordinarias por su «efecto llamada».

Potenciar Frontex

Por su parte, la presidencia finlandesa de la UE respondió ayer a la carta remitida el pasado lunes por ocho Estados miembros, España entre ellos, en la que pedían «propuestas concretas» a la UE y la conclusión de acuerdos de readmisión entre los Estados africanos y los europeos.

El primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, se muestra a favor de conseguir los acuerdos de readmisión solicitados, insistió en la necesidad de crear un sistema integrado de control de fronteras y recordó a los países europeos que la mejora de los recursos y las capacidades de gestión de Frontex depende de su solidaridad e iniciativa para dar «respuestas conjuntas» a este problema.