LUIS DE VEGA

LAS PALMAS. El pasado lunes fueron presentados ante la Justicia argelina una decena de jóvenes cuya embarcación fue interceptada el día antes a dos millas de la costa cuando se dirigían a España. Cada vez son más las expediciones de este tipo que ponen rumbo a las costas orientales de la Península zarpando desde territorio argelino. Los servicios de Inteligencia españoles creen que se debe a la presión cada vez mayor que ejercen las Fuerzas de Seguridad en aguas marroquíes. A pesar de todo, estas mismas fuentes no creen que la ruta argelina vaya a convertirse en una vía de llegada habitual de «sin papeles», aunque por si acaso el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, visitó precisamente el lunes pasado ese país para abordar el nuevo problema con sus autoridades.

Una patrullera de la Marina detuvo a los jóvenes al norte del cabo Lindès, en la zona de Orán. Los diez reconocieron que habían partido ese mismo día desde la playa de Bousfer tras pagar 100.000 dinares (unos 1.110 euros) cada uno a un marinero, propietario de la zodiac, que se comprometió a llevarlos a España. Pero, como detalla «Le Qutidien d´Oran», el motor se averió y uno de los pasajeros avisó por teléfono móvil a su padre, que fue el que dio la voz de alarma a las Fuerzas de Seguridad.

Diferencias

La forma de actuar es casi siempre la misma, aunque difiere mucho de la de los que que llegan desde Senegal o Mauritania a Canarias. En este caso no son grandes grupos de un centenar ni viajan en piraguas de madera de veinte metros de eslora. Casi siempre son magrebíes – no subsaharianos – que realizan la travesía a bordo de embarcaciones hinchables. La distancia a la que se encuentra desde allí Almería o Murcia no llega a 200 kilómetros, unas diez veces inferior a la que tienen por delante los cayucos con subsaharianos que salen desde el sur de Senegal hacia las Islas Canarias.

Esta misma semana, otra embarcación similar acabó desviada por el oleaje y el mal tiempo hacia costas marroquíes con diez argelinos a bordo. La Gendarmería los detuvo en los alrededores del cabo Tres Forcas, junto a Melilla. Habían partido de Ghazaouate, localidad costera a unos 80 kilómetros a oeste de Orán y cercana a la frontera con Marruecos. Este punto del litoral argelino, según fuentes de la ONG Migrant Group en Marruecos, es ya un punto habitual de salida. Aunque se trata casi siempre de pasajeros de nacionalidad argelina, la ruta desde ese país ya fue intentada por mafias controladas por subsaharianos cuando hace un año fueron desalojados centenares de emigrantes de los alrededores de las vallas de Ceuta y Melilla. Pero, según comentaron a ABC fuentes de la ONG SOS Racismo, las medidas de seguridad desplegadas por Argelia impidieron la salida de las barcas hacia España.

Cada vez más hacia el este

Los efectos disuasorios del Sive que controla la Guardia Civil hacen que las pateras orienten su proa cada vez más hacia el este, escapando de las pantallas de los radares. Granada y Almería han pasado a ser un lugar frecuente de llegada de barcas, sobre todo las que parten de las costas de las provincias marroquíes de Nador y Alhucemas que, a pesar de todo, son mucho más numerosas que las que zarpan desde tierras argelinas. Incluso Murcia ha visto como, por vez primera, los emigrantes clandestinos han llegado hasta sus playas en los últimos días.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no mantiene las mismas relaciones con Argel que con Rabat ni afronta el dossier migratorio con la misma soltura con los primeros que con los segundos. Es más, los encontronazos entre las dos capitales magrebíes están a la orden del día. La gran cumbre euroafricana sobre emigración que organizaron España y Marruecos en julio no contó con la presencia argelina. Ni Zapatero en persona logró convencer al presidente Buteflika, con el que coincidió en Sevilla, de la necesidad de que su país asistiera.

Evidentemente, el problema no era que los argelinos se desentiendan del problema migratorio, sino que la cumbre tenía lugar en casa de su «enemigo» marroquí y dando la espalda a la Unión Africana, una institución que acoge al Frente Polisario como miembro.

Trece pateras en Almería

Mientras, en las últimas horas un total de 171 inmigrantes fueron rescatados por agentes de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo de Almería cuando intentaban alcanzar la costa bordo de trece embarcaciones. Los «sin papeles», la mayoría de origen magrebí, fueron localizados entre el miércoles y las once menos diez de la mañana de ayer, siéndoles prestados los primeros auxilios por los equipos de rescate. Posteriormente, una vez en tierra, personal de la Cruz Roja les facilitó atención sanitaria, alimento y abrigo.