La asistenta espabilada
• Una limpiadora brasileña sin papeles extorsiona a dos jueces con dos cintas de vídeos sexuales
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Sin pudor Roselane llega al tribunal de Old Bailey, el miércoles. Foto: AP / CATHAL MACNAUGHTON

BEGOÑA ARCE
LONDRES

La asistenta brasileña Roselane Driza creyó tener la sartén por el mango. ¿Qué podía pasarle si, a pesar de ser inmigrante sin papeles, trabajaba para dos jueces del servicio de inmigración?
La magistrada, una mujer viuda, ha sido identificada solo como J. Mientras, el juez es Mohamed Ilyas Khan, un divorciado. J. e Ilyas Khan eran, además de colegas de profesión, amantes. Roselane, de 37 años, una morena de buen ver, pronto terminó en la cama con Khan generando un triángulo amoroso que ha acabado esta semana con un juicio lleno de detalles escabrosos y que se ha transformado en un escándalo nacional.
“Eres más caliente que los chiles” y “te amo”, le escribió a la amante brasileña el juez de 60 años, quien pensó que con esa mujer le había tocado la lotería. Se equivocaba. Roselane no solo quitaba muy bien el polvo. También era fisgona, vengativa y tenía un pasado oculto. Se había casado con un albanés, autor de varios asesinatos y de trata de blancas. El mafioso cumple una larga condena de 20 años en una cárcel de Sicilia. Tras divorciarse, se unió a otro albanés, que murió apuñalado.
En el 2004, la magistrada J. decidió despedir a la asistenta porque se entrometía demasiado en su vida privada. Por aquel entonces, J. tenía un nuevo amante, pero seguía viéndose con Khan a escondidas. Lo que no imaginaba J. es que el juez se acostaba con Roselane, hasta que descubrió a ambos en medio de un fogoso envite.

En los cajones
Un día, Roselane, mientras rebuscaba en los cajones del piso de Khan, encontró dos vídeos caseros, del juez y de J. haciendo el amor. En uno de ellos, la magistrada aparecía tomando aparentemente cocaína.
Hace un año, la brasileña decidió tomarse la revancha. Escribió una carta a su antigua patrona, amenazándola con revelar que había contratado una inmigrante sin papeles. Por su silencio le pedía 29.200 euros. También trató de chantajear al juez Khan con los vídeos.
Los dos magistrados pusieron el asunto en manos de la policía. En un gran despliegue informativo, Roselane ha sido juzgada por chantaje en el tribunal del Old Bailey. Convertida en una celebridad nacional, se ha presentado cada día luciendo un modelito diferente y posando para las cámaras.
Su sentencia se conocerá el próximo 20 de octubre, pero el tribunal ha anunciado ya que irá a la cárcel, y luego será expulsada del Reino Unido. Los dos denunciantes tampoco han salido bien parados. Ambos podrían ser investigados y ser apartados de la judicatura.