ANA DEL BARRIO

Los ‘sin papeles’ aprovechan la falta de efectivos policiales para escapar y evitar su repatriación Interior ha dado instrucciones para que las huidas no consten por escrito, según la CEP Del goteo de cayucos hemos pasado al chorreo de fugas. El efecto huida se extiende como la pólvora entre los centros de acogida de Canarias y más de 150 inmigrantes irregulares se han evadido del campamento militar de Las Raíces, Tenerife, en los últimos días. Si hasta ahora las fugas se habían realizado de manera dosificada en pequeños grupos, los sin papeles se van animando y durante la noche del viernes cerca de un centenar escaparon de las instalaciones, donde deben permanecer un máximo de 40 días ingresados.

Los subsaharianos pueden saltar con facilidad la cinta que delimita el perímetro fronterizo, ya que en algunas zonas la valla está rota y se aprovechan de la escasez de efectivos policiales.

EL MUNDO ha tenido acceso a los atestados policiales que demuestran las continuas fugas de los subsaharianos del centro tinerfeño, con el fin de evitar la repatriación a sus países de origen. Éstos son los últimos documentos, ya que según denuncia la Confederación Española de Policía (CEP), el Ministerio del Interior ha dado la orden verbal de que las fugas de inmigrantes no consten por escrito.

«A las 00.15 horas del día de hoy [22 de septiembre], los policías que prestan servicio en el CIE de Las Raíces, situado en La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), informaron de que, según fuentes militares, se habían fugado cinco internos del centro», afirma un informe policial interno.

Los documentos también prueban las continuas salidas de los policías para intentar localizar a los subsaharianos huidos: «Comisionados en el lugar para realizar búsqueda de inmigrantes por la zona, ya que varios vecinos los han observado por el lugar. Que realizando una salida a pie se encuentran a dos inmigrantes escondidos, procediendo a su traslado a Las Raíces», destaca otro de los partes de intervención datado el 18 de septiembre.

Durante el pasado fin de semana, el servicio de emergencia del 112 recibió cerca de 30 llamadas de los vecinos de los municipios de El Rosario y La Laguna, que alertaban de grupos de inmigrantes caminando por carreteras y por los alrededores de sus viviendas.

Otro de los atestados relata cómo cuatro agentes lograron localizar a otros cuatro individuos de nacionalidad senegalesa mientras registraban los contenedores de basura en la ciudad de Tacoronte. Los policías registraron las bolsas de basura que llevaban y destacaron que uno de ellos portaba 105 euros. Tras ser arrestados, los inmigrantes fueron trasladados a la comisaría de La Laguna. Algunos de los internos son detenidos y vuelven de nuevo a los centros de internamiento, pero otros muchos logran escapar y pasan a formar parte de las bolsas de inmigración irregular.

Hasta ahora, a los extranjeros no les interesaba fugarse porque sabían que a los 40 días el Gobierno les enviaba en avión a la Península. Sin embargo, su actitud ha cambiado puesto que se están intensificando los vuelos de repatriación a Senegal. Según datos de la Delegación del Gobierno de Canarias, desde el mes de septiembre más de 1.500 sin papeles han sido expulsados a sus países.

Los africanos están en permanente contacto con sus familias, ya que en el campamento de Las Raíces – donde se concentran más de 3.000 clandestinos – hay cabinas de teléfono, y se enteran enseguida de cuándo se producen las expulsiones.

De todas formas, como recuerda el portavoz del sindicato policial CEP, Rodrigo Gavilán, por cada avión que parte hacia Senegal, salen otros cinco con destino a la Península. «Los subsaharianos están nerviosos y cada vez se producen más fugas. En Las Raíces hay zonas del perímetro que tienen la valla rota. Los africanos no saben si les van a mandar en avión a Senegal o a la Península y tienen miedo de que les repatríen. Por cada vuelo que se desplaza a Senegal, salen otros cinco que van a las mismas ciudades de siempre, donde el Gobierno les deja abandonados», criticó Gavilán.