E. MÜLLER/CORRESPONSAL. BERLÍN
La meta de la primera conferencia alemana sobre el islam, que se inauguró ayer en Berlín, es ambiciosa. Según el ministro del Interior, Wolfgang Scháuble, la religión musulmana ya forma parte del país y esta comunidad religiosa – 3,2 millones de personas – debe integrarse mejor en la sociedad si desea participar en ella.

«Tienen que ser musulmanes alemanes», sentenció Scháuble en vísperas de la primera reunión. «Queremos impulsar un diálogo razonable y encontrar mejores soluciones para la integración», añadió.

El primer encuentro entre representantes del Gobierno federal, de los estados federados y miembros de varias organizaciones musulmanes duró tres horas y fue calificada por todos los participantes, como «positiva».

La conferencia puede durar entre dos y tres años. y representa el primer intento oficial para buscar un diálogo con una comunidad que se ha sentido aislada por la sociedad germana, desde que a fines de los sesenta comenzaron a llegar los primeros inmigrantes turcos.