Cuatro detenidos en Huelva por extorsionar a inmigrantes

Un policía, un funcionario y dos agentes de extranjería formaban parte de la red. Un policía, un funcionario y dos trabajadores adscritos a la Oficina de Extranjeríade Huelva fueron detenidos por su presunta implicación en una red que facilitaba permisos de residencia y trabajo a inmigrantes a cambio de dinero o favores sexuales.

Diario de Navarra, 28-09-2006

Una decena de ciudadanos extranjeros están siendo también investigados por irregularidades en la obtención de los documentos. El juez ha decretado el secreto de sumario y la operación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

Las detenciones comenzaron el lunes, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, y aún permanecían en las dependencias policiales el agente de policía y uno de los funcionarios implicados en la trama, así como otras dos personas ajenas a la Administración.

Dos funcionarios en libertad

Los otros dos funcionarios – que se encargaban de los trámites para obtener los permisos han sido puestos en libertad. La policía investiga, además, a una decena de extranjeros, al parecer chinos, que podrían haber realizado prácticas irregulares para obtener los permisos.

La investigación, realizada por la Brigada de Régimen Disciplinario de la Policía en Madrid y el grupo Operativo de Extranjería en Huelva, se inició hace algunos meses a instancias de la Subdelegación del Gobierno tras tener conocimiento de las denuncias de algunos inmigrantes en un juzgado de la capital onubense.

Debido al secreto de sumario, no ha trascendido el número de personas que lograron los permisos irregularmente ni el montante económico que consiguieron los miembros de la trama.

Fuentes del caso señalaron que los inmigrantes que no cumplían los requisitos para obtener los permisos llegaron a pagar hasta 6.000 euros para conseguir los papeles, aunque la tarifa habitual era menor y variaba en función de la capacidad económica y las trabas objetivas para conceder los papeles.

En algunas ocasiones, cuando el inmigrante era mujer y el funcionario «la consideraba atractiva», el empleado exigía favores sexuales que se realizaban en un coche aparcado en un descampado cercano a la Oficina de Extranjería. Este mismo vehículo hacía de «ventanilla» de cobro del dinero de la documentación.

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